Psicosis actuales[1]: Argumento ad hominem

Colocar el término actual como adjetivo de las psicosis remite a una lectura de los primeros escritos freudianos, allí donde Freud lo colocaba en su clasificación, junto a las neurosis. Neurosis actuales cuyo síntoma, de causa funcional, se satisfacía en el cuerpo (por eso neurosis), y que el quantum pulsional no logra despertar las representaciones (por eso actual). La paranoia y la amentia de Meynert quedan del lado de las psiconeurosis de defensa, también con causa funcional. Sin embargo el delirio como síntoma marca una defensa, un mecanismo psíquico en juego, y un Otro en escena. Con la introducción del narcisismo las cosas se establecen en torno a los puntos de fijación: “la hipocondría es a la parafrenia, aproximadamente, lo que las otras neurosis actuales son a la histeria y a la neurosis obsesiva”[2]

Emilio Vaschetto eligio, para titular el nuevo libro que compiló, un sintagma: psicosis actuales; con el subtitulo: “Hacia un programa de investigación acerca de las psicosis ordinaria”; otro sintagma, el de las psicosis ordinaria, que ya circulaba entre nosotros.

En el índice del libro leemos como él mismo está estructurado entorno a tres puntos: Argumento, Normalidades y Suplencias; en los cuales se agrupan los trabajos de los colegas de E. Vaschetto, D. Quintana Lina, R. Gómez Quarello, J. Faraoni, J. M. Alvarez, J. de La Peña, J. Rodríguez Eiras, E. Levy Yeyati, S. Laia, G. Belaga, y J.-C. Maleval. Y en cada uno de los trabajos, de un modo u otro, los autores realizan un recorrido que va de lo normal, el parasitismo del lenguaje como universal, a la formalización de las suplencias, sobre las respuestas del sujeto a la experiencia de lo indecible; argumentos ad hominem que responden a la discusión actual sobre los casos que cuestionan las clasificaciones consensuadas. Germán García en las clases del 30 de agosto y 13 de septiembre del año 2001, de su curso “La experiencia analítica. Tiempo, silencio, palabra”, diferencia lo indecible de lo interdicto del decir: “En un extremo el cero, lo indecible, y en el otro un uno sobre el cual es posible decir pasando por lo abyecto, lo confidencial y la represión”[3]. La experiencia de los “incurables” ilustra minuciosamente como el sujeto en el automatón del uno (incurable) logra traspasar, en la sorpresa de su propia paradoja, a la confidencia en otro dispositivo.
En 1961, el 23 de Junio, Jacques Lacan en la Sociedad de Filosofía realiza una intervención titulada “La metáfora del sujeto”, respuesta a Charles Perelman, en donde recuerda al publico presente: “por muy blablablá que sea esencialmente el lenguaje, es de él sin embargo que proceden el tener y el ser”, y concluye: “ningún azar existe sino en una determinación de lenguaje, y esto, sea cual sea el aspecto en que se lo conjugue, de automatismo o de encuentro.” [4] En definitiva siempre es una metáfora del tener y del ser.

Ignacio Penecino


[1] Emilio Vaschetto (Comp.): Psicosis actuales, Grama, Bs. As., 2008.
[2] Sigmund Freud: “Introducción del narcisismo” en Obras Completas, t. XIV, pp. 81, Amorrortu, Bs. As., [1914] (1995)
[3] Ver transcripción de Alicia Alonso en el periódico Etcétera Nº 29 – diciembre 2001.
[4] Jaques Lacan: “La metáfora del sujeto” en Escritos 2, pp. 869, Siglo Veintiuno, Bs. As., [1961] (1987)

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