Encuentro Argentino de Historia de la Psiquiatría, Psicología y Psicoanálisis


Convocatoria 2009 – Xº Aniversario de los Encuentros

Subsidiado por CONICET

2 y 3 de octubre de 2009

Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de San Luis. Ejército de los Andes 950. San Luis



Los Encuentros Argentinos de Historia de la Psiquiatría, la Psicología y el Psicoanálisis son eventos que, con una frecuencia anual, vienen realizándose desde 1999 en diferentes ciudades de la República Argentina. Co-organizados por diversas instituciones ligadas a la investigación sobre la historia de las disciplinas en cuestión, estos Encuentros tienen el fin de promover los intercambios a partir de la presentación de trabajos originales.



Institución Sede 2009: Equipo de Historia de la Psicología de la Universidad Nacional de San Luis.


PRESENTACIÓN DE TRABAJOS
Modalidades:
- Conferencias Centrales: son convocadas por el Comité Organizador.
- Mesas redondas: son propuestas por las instituciones convocantes.
- Trabajos libres: Para participar en calidad de ponente deberá enviarse por e-mail el trabajo completo hasta el 1 de agosto de 2009. Los trabajos serán sometidos a evaluación. Los trabajos aprobados se publicarán en las Actas del encuentro, en formato electrónico (CD), con Nº ISSN. La dirección electrónica a la que deberán remitirse es: histopsi@gmail.com

Formato de presentación de los trabajos libres: 3000 palabras, en hoja A 4, Fuente Times New Roman 12, Interlineado 1,5, Alineación justificada.
Modo de citación: Normas APA (American Psychologycal Association). Las referencias bibliográficas deberán colocarse en el cuerpo del trabajo con el sistema “(autor, año)”. Se deberán consignar las referencias al final del trabajo, ordenada alfabéticamente. Las notas numeradas deberán figurar al final del trabajo (no a pie de página). Normas disponibles en castellano en:
http://www.monografias.com/apa.shtml y en ingles en http://www.apastyle.org.

Ejemplos:
Artículo de Revista

Hoogland Noon, D (2004). Situating gender and professional identity in American child study, 1880–1910. History of Psychology, 7 (2), 107–129.

Capítulo de Libro

Kohan, N. C. de (1978). La psicología en la Argentina. En R. Ardila (Ed.), La profesión del psicólogo (pp. 30-42). México: Trillas.

Libro
Loudet, O. & Loudet. O. E. (1971). Historia de la psiquiatría argentina. Buenos Aires: Troquel.


La primera carilla se organizará de la siguiente manera:
TÍTULO DEL TRABAJO: (con mayúscula)
APELLIDO Y NOMBRE DEL (DE LOS) AUTOR(ES):
INSTITUCIÓN DE PERTENENCIA:
DIRECCIÓN POSTAL:
DIRECCIÓN ELECTRÓNICA:
RESUMEN (máximo de 200 palabras):
PALABRAS CLAVE (entre 3 y 5)

Criterios de evaluación de los trabajos libres: El trabajo deberá mostrar el resultado de investigaciones originales cuyo contenido sea pertinente para la temática del Encuentro, priorizándose en el mismo la inclusión de temas inherentes a la historia de las disciplinas en la Argentina. Por otra parte, deberá plantear objetivos claros y concisos, susceptibles de ser desarrollados de manera adecuada en la extensión de la que se dispone (veinte minutos de exposición y diez de discusión).

Las conferencias centrales y mesas redondas: Para su inclusión en el CD del evento, se les requerirá a los expositores la presentación de su trabajo completo o de los principales ejes de su exposición siguiendo el formato anteriormente expuesto.









Instituciones Convocantes

Equipo de investigación y Cátedra de Historia de la Psicología (Fac. de Cs. Humanas UNSL)

Capítulo de Epistemología e Historia de la Psiquiatría de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA)

Equipo de investigación y Cátedra II de Historia de la Psicología (Fac. de Psicología de la UBA)

Equipo de investigación "Historia, enseñanza y profesionalización de la Psicología en los países del Cono Sur de América" (Facultad de Psicología de la UNMdP)

Cátedra Historia Social de la Psicología (Facultad de Psicología de la UNMdP)

Equipo de investigación en Historia de la Psicología y Psicopatología (Fac. de
Psicología de la UNMdP)

Cátedras: Escuelas, Corrientes y Sistemas y Problemas Epistemológicos de la
Psicología (Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba)

Cátedra de Psicología y Programa de Investigaciones Psicoanalíticas (Fac. de
Psicología de la Universidad Nacional de Rosario)

Círculo de Actualización en Historia de la Fundación Descartes

Asociación de Psicoanálisis de La Plata (APLP)

Sociedad Psicoanalítica del Sur

Revista Temas de Historia de la Psiquiatría Argentina



Instituciones Auspiciantes

Equipo de investigación en historia de la psiquiatría del Dto. de Humanidades Medicas, Fac. de Medicina UBA

Biblioteca Analítica de Jujuy

Grupo de Historia de la Psiquiatría de Mendoza

Centro de Investigaciones y Estudios Clínicos (CIEC)

Programa "El Psicoanálisis en la Cultura”, Córdoba

Asociación Freudiana de Psicoanálisis de Tucumán




Comité Científico


Hugo Klappenbach (UNSL / CONICET)

Norberto Conti (APSA)

Antonio Gentile (UNR)

Lucía Rossi (UBA- Cátedra de Historia II)

Rosa Falcone (UBA- Cátedra de Historia II)

Ana Ostrovsky (UNMDP / CONICET)

Patricia Altamirano (UNC)

Germán García (FUNDACIÓN DESCARTES)

Enrique Acuña (APLP- La Plata)

Curt Hacker (SPS)

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Comité Organizador 2009

María Andrea Piñeda (UNSL/CONICET)

Emilio Vaschetto (APSA)

Beatriz Gez (FUNDACIÓN DESCARTES)

Vanesa Navarlaz (UBA- Cátedra de Historia de la Psicología II)

Rosa Falcone (UBA- Cátedra de Historia de la Psicología II)

Miguel Gallegos (UNR / IRICE)

Cecilia Fasano (APLP)

Mauricio Alfredo González (APLP)


Informes sobre la inscripción: histopsi@gmail.com

Novedad Editorial libros del Zorzal


Memorias de una niña rehén (High society)
de Carmen Iriondo





Una niña secuestrada, no por fuerzas parapoliciales o delincuentes, sino por sus abuelos. Con una distancia que dosifica sabiamente el dolor y una gracia maliciosa transformada en invención verbal, la autora, poeta y psicoanalista, cuenta su infancia de venturosa heredera a la que todo se le ha dado, salvo cariño. La madre, "colmo de la paquetería drogada", vive tendida en su cama con baldaquín, tomando whisky, enamorándose de gigantes ciegos o de hipnotizadores pedófilos e intentando suicidarse con regularidad. ¿Por qué se ha ido el padre de casa? ¿Qué se pincha la madre en las venas? ¿Por qué se la llevan los abuelos sin darle explicaciones?¿Por qué ha muerto el tío, ese que le regaló sus primeras zapatillas de baile? A la información negada y a la culpa que esta ausencia provoca le corresponde el asco por sabores y olores en apariencia inocentes: rehén de un sistema hipócrita y mentiroso contra el que se rebela, la niña sólo puede escapar de su cárcel dorada negándose a comer. Los alimentos representan la farsa, ingerirlos equivale a "tragarse" el cuento. Los rituales de la high society, observados con ojo de lince (esos almuerzos de la abuela con "Manucho y Victoria” como invitados de honor), le producen tanta aversión como una torta de crema. No todo es engañoso, por suerte. La estancia, con sus caballos amigos, sus escarabajos de un negro tornasolado, sus choclos transformados en marionetas y también el abuelo, rígido pero capaz de dibujarle caritas de animales en forma de letras, logran devolverle la vida. Nadadora, jineta, actriz, bailarina, la prisionera salta hacia la alegría con una agilidad que se transmite a su escritura, llena de autoironía y a mil leguas de todo patetismo. El "espíritu danzarín" del que hablaba Nietzsche puede alumbrar la historia de una nena solitaria, abandonada en medio de la abundancia como en una isla desierta.

De la contratapa Alicia Dujovne Ortiz





Novedad Editorial Maia (Abada)

Santa anorexia. La noche oscura del cuerpo
Por Sergio Hinojosa

"Santa Anorexia. La noche oscura del cuerpo es una obra escrita en un lenguaje accesible y preciso. Arroja luz sobre uno de los males que castigan a nuestra juventud en las sociedades modernas: la anorexia. Despatologizar la anorexia y hacer emerger una palabra allí donde sólo hay sufrimiento y acto sórdido, es la pretensión de este análisis. Su autor distingue para ello, aspectos estructurales que permanecen desde finales de la Edad Media, y que pueden explicarse desde el psicoanálisis, de aquellos otros de carácter histórico, que recubrieron, por ejemplo, la inedia medieval y que ya no están vigentes. El análisis de la anorexia queda así diseccionado desde dos perspectivas complementarias: la histórica, en cuanto síntoma imaginariamente revestido según la época, y la estructural, desde la que se da cuenta de los “mecanismos” que pueden explicar el curso del “trastorno” y el origen intrapsíquico del mismo. En cuanto a la primera perspectiva, Sergio Hinojosa hace un recorrido por las manifestaciones de la inedia medieval hasta las manifestaciones “prodigiosas” de principios de la Edad Moderna, destacando aquellos aspectos que hicieron posible recubrir ese sufrimiento con el ideal de santidad, convertirse luego en prodigios de la naturaleza, para acabar siendo objeto de la ciencia y de una estética macabra en nuestras sociedades actuales. ¿Qué diferenciaba a Santa Clara, Santa Catalina, Santa Magdalena de Pazzi o Santa Teresa de Jesús de nuestras anoréxicas actuales? ¿Cómo soportaron la privación estas santas?¿Cómo miraban sus coetáneos dichos rigores? ¿Qué concepción del cuerpo femenino alimentaba esos ideales? Son preguntas a las que trata de responder desde una aproximación cultural a la historia de la anorexia. Con respecto a la segunda perspectiva, a la que podríamos denominar estructural, el autor se pregunta si la anorexia puede ser considerada, y bajo qué condiciones, un síntoma o más bien un “estilo de vida”, con toda la fuerza de fijeza y repetición que tal identidad impone. Se pregunta también por la formación de esas identidades postizas, y por otros aspectos como los que hacen posible la persistencia de líneas de fuerza en la formación del síntoma o los que condicionan la posición del sujeto frente al deseo que motiva tal privación. Para tratar de responder a todas estas cuestiones, recurre a la larga tradición psicoanalítica rescatando de los autores más importantes las consideraciones de mayor interés práctico y teórico."


De la contratapa.


Novedad Grupo editor Mil Botellas


Alias Gardelito y Kid ñandubay
de Bernardo Kordon

Prologo de Germán García





Bernardo Kordon, una obra clara y extraña

“El escritor argentino y la tradición”, el ensayo donde Borges define su posición de manera contundente, es la versión taquigráfica de una clase dictada en el Colegio Libre de Estudios Superiores. Borges afirma que los judíos y los irlandeses sobresalen dentro de la cultura “occidental” porque actúan en ella sin estar “atados por una devoción especial”. Propone para los argentinos la misma felicidad.
Bernardo Kordon, judío argentino, extiende a China la pretensión de Borges, a la vez que incluye sin alardes a la interioridad del país y de Iberoamérica; es una exigencia de su decisiva elección de una literatura nómade que busca las singularidades en la diversidad de los modos de vivir. Eso puede leerse, en este libro, en el micro mundo del Hotel Italia donde se refugia Toribio Torres; en los hombres y mujeres que encuentra en su “gira” Kid Ñandubay.
Los seres descriptos se presentan con la apariencia de diferentes caracteres de la ciudad, pero apenas se los conoce un poco entendemos que cada uno se ajusta a una representación, para entrar en una vida que recitan como un libreto.
Pero el libreto falla y aparecen jirones de la infancia, de un pasado que nunca termina de olvidarse, de muertos que son la presencia de un presagio sombrío.
“Hotel Comercio” (1956), con cierta resonancia de algunos cuentos de Borges, muestra la posición del narrador: “¿No fueron todos los hombres del sueño una sola persona y esa persona no era sino él mismo?. Volvió a mirar el rostro del muerto y esta vez casi rompió a llorar. Sentía pena, una pena inmensa por “el otro” y por él mismo” (Todos los cuentos, Corregidor, Bs. As., 1975).
“Un día menos”, sin fecha en el libro citado, es un encuentro del narrador con su hermano ya muerto, que lo lleva a la certeza de que también esta muerto: se trata de un sueño, de una revelación, de un secreto. Se trata de la permanencia de lo perdido, de la pérdida de lo que no ha dejado de existir, pero que ya no se ama (como ocurre con Diana, la ecuyeré del Gran Circo Internacional Palma en Kid Ñandubay).
No quiero enumerar los sueños que aparecen en los relatos de Bernardo Kordon, pero citaré una interpelación del narrador al lector sobre el tema: “¿No ha despertado alguna vez con las imágenes nítidas de un sueño para olvidarlas después, por más que exprima su cerebro?. Sin embargo mientras sueña y cuando se despierta, Ud. sabe que eso es la vida verdadera, que tiene conexiones con otros sueños, formando una unidad, quebrada por la vida cotidiana, es verdad, pero en la medida que la vida cotidiana es quebrada también por la vida de los sueños”.
La vida y el sueño, como la vida y aquello que se escribe, tienen puntos de interferencia y de ruptura. El personaje que se aprende para vivir, el que se representa (el que quisiera ser Gardel, el boxeador que no quiere prestarse al simulacro de boxeo en el circo, el escritor que ordena su vida según sus modelos ideales) se encuentra en cualquier momento con algo que le revela que está dormido, que está muerto, que no sabe quien es la mujer con la que vive desde hace años: “Sin embargo, en el momento que apartó la vista del diario, volvió a sentir vagamente la revelación de que junto a él viajaba un misterio”. “La desconocida” (1960) es un cuento breve, que transmite con precisión el temblor del amor tocado por la muerte que parece volver por ella: “Mario no respondió, ensimismado en la revelación de que ahora amaba el rostro ajado de esa desconocida sentada frente a el. Una desconocida cuya vida le resultaba un misterio, y ya era tarde, demasiado tarde para develarlo”. Tal vez el misterio consista en que no hay misterio, como ocurre con los espejos: los niños dejan de inquietarse cuando descubren que se trata de su propia imagen. Quizás la vida, como China, es extraña y clara.

El reverso del mundo
Es conocida la foto del Bernardo Kordon junto a Mao. Menos conocido, estoy seguro, es el libro de Kordon llamado Viaje nada secreto al país de los misterios: China extraña y clara. La clave de este libro es descifrar China y hasta su política desde el teatro: ¿“Acaso el más genial de los directores de teatro no era el mismo Mao?. Supo conducir a ochocientos millones de chinos a representar su propio rol, al extremo de que perdieron la cuenta de que todos interpretaban” (pag.2).
Cualquiera sea el valor que tenga para la descripción de China, la afirmación anterior revela la percepción que Kordon tenía de la vida que trama en esa extraña obra clara que se llama realista porque limita con la infancia, el sueño, el fracaso del amor, las secuelas de la muerte en la vida. Cuando los cliché, las contraseñas de cada grupo dejan de cubrir la inquietud de la soledad frente a los otros, aparece un reverso: Toribio Torres (alias) Gardelito, después de traicionar, se encuentra solo y en un momento se detiene en la huída: ¿”Por qué este simple ademán de tomar agua ansiosamente en una pila de plaza lo transportaba a una época olvidada?. Tendría doce años, quizá trece. Era el muchachito provinciano, y repentinamente en las calles del barrio de Palermo empezó a sentirse otro”. Alias quiere decir por otro nombre. “Yo es otro”, dijo Rimbaud. Toribio Torres es Gardelito, pero no es Gardel. “Es un artista, un cuentero”. Y lo sabe. Hace pequeñas estafas: mediante un perro; a través de un pedido de amor de “Alma Ansiosa” que aparece en una revista, a la que se presenta como portador de una carta de “Alma Gemela”; aprovecha la simpleza de corazón de un cocinero correntino; roba a una prostituta melancólica, etc. Por supuesto, Toribio Torres no reconoce su lugar y parece ignorar las consecuencias de sus actos que también incluyen engañar a quienes lo criaron, y a un compañero que le presta su primer traje para que vaya a presentarse a una existente prueba de canto en una radio. Toribio Torres es de Tucumán: “Y mientras vivió en su ciudad natal sintió la presencia del padre en cualquier huerto donde entraban a robar frutas, y su mirada persiguiéndolo a través de todas las correrías por los alrededores de los talleres ferroviarios. Todo cambió cuando el padre murió y los mandaron a casa de los tíos en Buenos Aires.”
Separado de ese mundo de percepciones inmediatas, de la mirada del padre como línea divisoria que permite regular lo que está bien y lo que está mal (aunque sea para ir de un lado al otro sin extraviarse) el mundo se vuelve abstracto: “En la Capital sólo encontró esa obsesión del dinero”. La mirada, también temible, del patrón del hotel no es la del padre, no dice lo que está bien y lo que está mal, sólo vigila la regularidad del pago.
Fiacini es otra cosa y se lo dice de entrada: “Yo puedo ayudarte, pero tenés que prometerme una cosa: nada de raterías. Hay cosas grandes para hacer y el peor negocio es robar porque te hecha a perder los otros”. Con ese encuentro empieza para Toribio otra vuelta de ese reverso del mundo que se organiza por la presencia / ausencia del dinero que puede burlarse de los amores filiales y de los muertos: “Nuestra clientela desenterraba fotos muertas. A veces las buscaba días enteros en los baúles, entre cajones con facturas olvidadas y los recibos de alquileres de principio de siglo (...) Generalmente la foto de la vieja, o el marido muerto, o el retrato de boda.” Entonces, el fotógrafo embellece a los muertos.
Toribio Torres, “el cuentero, el artista” que cree parecerse a Hugo del Carril, encontrará junto a Fiacini a Picayo, un boxeador fracasado, que se convertirá en ejecutor de un sacrificio al “traicionarlo”. Pongo la palabra entre comillas porque la trampa que se deja tender Toribio Torres muestra el deseo de terminar de una vez: “Porque este mundo es un teatro lleno de artistas malos que repiten toda la vida un papel aburrido (...) En cambio yo soy un cuentero, y puedo hacer un teatro mejor...” Sin embargo, cree al morir que lo pierde todo porque una vez dijo la verdad. El narrador suspende su juicio sobre esta creencia, pero el lector podría suponer que Toribio Torres es un cuentero, un artista inteligente, que hace de la “verdad” su última mentira.
Así como Toribio Torres no es Gardel porque apenas es (alias) Gardelito, Kid Ñandubay es el título del relato y el alias que le impone un Circo a quien intentó ser un boxeador, alguien que deja las peleas callejeras para aprender la conducta de un combatiente que sabe derrotar a otro dentro de ciertas reglas de juego.
Como en el relato anterior existe un hotel que ahora se llama Paraná. Sale adelante porque aprendió la virtud más estimada por los cafishios: la discreción.
“Entonces había bronca entre los cafishios criollos y los marselleses. En realidad los de aquí se estaban liberando del tutelaje de los extranjeros. Pero siempre respetaban a los macrós franceses y los tomaban por modelo, no solamente en la forma calma y educada de actuar, sino también en eso de cumplir la palabra empeñada. La primera categoría ya no la formaban los más guapos, sino los que mejor cumplían los compromisos. Por eso en el ambiente empezó a hablarse de conducta en vez de coraje”.
Apadrinado por Tito, que regentea algunos prostíbulos, por Don Amato que lo deja dormir en el gimnasio, el personaje sueña con la fama: “Yo ya me sentía un boxeador e iba a ser famoso en toda la ciudad, en el país, posiblemente en el mundo entero: un combatiente, ese era mi porvenir, y para comenzar ya estaba instalado en el Belwarp Boxing Club”. El proyecto de Don Amato fracasa, el gimnasio tiene que ser desalojado y el personaje se encuentra colado en un tren con Lon Chaney, un vagabundo que conocía, llendo a Santa Fé donde revela su nombre en una pelea: Jack Berstein (el rey del coraje) versus Juan Quinteros (el invicto Torito del mercado que pondrá a prueba los puntos que calza el porteño).
La bolsa se repartiría en tres partes, pero no recibe un peso. El narrador es Berstein que cuenta su pasado y que revela que siguió por las provincias porque no “volvería a Buenos Aires sin un mango”. Era un descenso: “Me imaginé que Diamante era más chica que Paraná, que a su vez era poca cosa frente a Santa Fe, que es más chica que Rosario, que ni se parece a Buenos Aires. Seguimos para atrás, pensé”.
Pasa por ciudades con intendentes socialistas que prohíben el boxeo, y cuando se quiere acordar está mostrando una carta de recomendación en la Liga Chaqueña de Box.
“Los empleados de Bunge y Born eran los bacanes de ese pueblo que los chaqueños se empeñaban en llamar ciudad: me invitaban todas las noches a la confitería y el final dejamos de hablar de box para recordar cosas de Buenos Aires”.
En el Circo se anuncia: GANE 50 PESOS AL QUE TIRE UNA VEZ AL SUELO A KID ÑANDUBAY GANE 50 PESOS: “Así lo resolvió Don Teófilo: Kid Ñandubay y no me aceptó ningún otro nombre. Al principio me opuse, pero terminó gustándome, cuando me explicaron que no se trataba de ningún animal, sino de un árbol de madera bien dura. Además, al ver el nombre en el cartel me parecía que ese Kid Ñandubay no era yo, nadie lo iba a saber, de modo que cualquier payasada que me obligaran a hacer era como si la hiciera otro”. De nuevo, en el reverso, está ese yo que es otro.
Al final del relato Jack Berstein da su versión de la pelea de Santa Fe, que le fue robada por puntos. No peleó con Juan Quinteros sino con un tal Minella, y cuando estaba seguro de que podía perder por nocaut una barra de Santa Fe se puso a gritar: “Hacé patria Minella y matá a un judío. Ese grito repetido me hizo cambiar de idea. Me repuse en medio de la pelea, convertí la bronca en pura calma y fui ordenando la pelea. Estudié tan fríamente a Minella como si en vez de enfrentar a un hombre se tratase de un insecto o una cosa. Y en los últimos dos rounds lo castigué a mi gusto contra las cuerdas, y su mirada ya no era fría, y buscaba la salvación al los lados.
“Lo salvó en gong del último roud y el jurado le dió la pelea a Minella por puntos.
Pero el público me ovacionó y ya nadié gritó que hiciera patria y matara al judío, sino que victorearon a Jack Berstein y muchos protestaron a los gritos porque me robaron la pelea (...) pero mi verdadero nombre es Jacobo Berstein. Aunque chamuyo el lunfardo como una fioca o un lanza (son dos formas diferentes), la verdad es que bien me acuerdo que era bastante crecidito y ni hablaba una sola palabra en castellano. Aquí con los recortes llevo mi cédula: Jacobo Berstein, nacido en Yargorod, provincia de Polovia, en Rusia”.
Y así, en el reverso, aparece el judío atópico que encuentra un lugar en la lengua que dibuja un territorio, Buenos Aires, cuya mitología es contada por el tango (como lo sabe Toribio Torres, el tucumano que sólo puede soñar con llegar a ser “Gardelito”).



Otras voces, el mismo ámbito
En Dar la cara, de David Viñas, se podría encontrar una lectura diferencial sobre el tema del judío argentino. También en Los judíos del mar dulce, de Mario Schizman. Pero para esta ocasión recurro al excelente libro de Julio Nudler : Tango Judío (Ed. Sudamericana, Bs. As., 1998).
El subtítulo “Del ghetto a la milonga” y el título del primer capítulo (“Tango que me hiciste goi”) dicen sin dramatismo el recorrido que se propone: estudiar la relación entre los judíos y el tango.
Milongas, un elegante libro de Edgardo Cozarinsky con fotografías de Sebastián Freire, narra el pasado del tango desde su actualidad, mediante detalles que sorprenden y datos elegidos con algo más que ironía: “La decadencia del tango: tópico frecuentado por generaciones sucesivas. La novedad de una generación pasa a ser el clasicismo, sino la mera convención, de la siguiente; lo nuevo que va surgiendo, aún aceptado sin entusiasmo, suele ser percibido como síntoma de decadencia” (Ed. Edhasa, Bs. As. , 2007). Por su parte, Julio Nudler cuenta que el cómico Marcos Caplán, en los años cuarenta, exclamaba desde el escenario del Maipo: “Es mentira que el tango ha muerto; ¡yo lo voy a matar!”. Si aquel chiste tenía efecto es porque en pleno éxito se decía que el tango había muerto.
“Donde estarán, pregunta la elegía” – así comienza el poema El tango de Borges, quien nos da la clave del género en juego: Ubi sunt (donde estarán) es tan poco porteño como Françoise Villón que usó este recurso retórico de manera hoy clásica. Esta evocación de las cosas perdidas hace del tango algo siempre perdido y recuperado, como lo invocado por sus letras.
Julio Nudler afirma: “Los judíos y el tango se habían visto la cara por primera vez en los prostíbulos, en aquellas primeras décadas del siglo XX en que la Varsovia, luego rebautizada Zwi Migdal, se erigió en la primera organización rioplatense de rufianes. En los burdeles el tango alegre de la Guardia Vieja (...) luego el más reflexivo y sentencioso de los años 20, aportaba el clima de fiesta y entretenía la espera, o encendía el deseo en la artificial pareja de cliente y prostituta, probablemente una hebrea cautiva, para mejor satisfacer el propósito. Entretanto, la inmigración seguía trayendo violinistas judíos de Polonia, Rusia o Rumania, que encontraban un camino natural de ingreso al tango(...) El tango les servía de medio de vida y de vehículo para la incorporación al nuevo medio social, a diferencia de otros oficios, que los mantenía aislados.”
Los seudónimos contribuyen a pasar en silencio la presencia judía en el tango.
Fiorentino era apellido italiano consustanciado con tango, pero Rosa Spruk se convertirá en Rosita Montemar y José Roberto Goldfinger en Carlos Aguirre. Este cambio de nombre no llamaba la atención, ya que los artistas podían cambiar sus nombres para que consonaran con el personaje que (se) inventarían (para empezar, Gardel mismo).
Entendemos mejor el orgullo de Jack Berstein cuando se repone de lo que parecía una derrota anunciada y logra ganar – aunque el jurado haga tongo – como respuesta al “Hacé patria, matá al judío” de los que alentaban a su contrincante.
El tema esbozado, tan claro y extraño como China, sigue en una posición lateral cuando se habla de Bernardo Kordon ; también cuando se habla de otros autores, algunos de los cuales nombramos al pasar.
Por supuesto que no lo nombra Pablo Neruda en su breve prólogo a Vagabundo en Tombuctú. Pedro Orgambide, por su parte, afirma: “En cambio, son pocos los textos en que aparece su condición de judío” (con excepción, según cree, de “Para Menajen Borges, que lo vivió”). (Radar, 10/02/02). En ese mismo número de Radar se rescata una entrevista a Bernardo Kordon realizada en 1981 para Encuesta a la literatura argentina, dirigida por Susana Zanetti (Centro Editor de América Latina). Allí cuenta de sus investigaciones juveniles sobre el tango, de sus colaboraciones sobre el tema en la revista Sintonía , de sus preferencias por el brasileño Graciliano Ramos, el mexicano Juan Rulfo y el chileno – argentino Manuel Rojas. Se niega a compararse con otro autor y a pensar en sus “lectores”. Y dice sin vacilar: “Nuestro más grande escritor, sin duda Borges”. Ese reconocimiento explica la apertura de su revista Capricornio, donde la vanguardia literaria era difundida a la par de literaturas orientales de autores que no circulaban en nuestra lengua. Además del libro sobre China que citamos no hay que olvidar Seiscientos millones y uno, un ensayo que a su vez narra su experiencia de visitante en la China de Mao.(Ed. Leviatán, Bs. As., 1958).
Como recuerda Vicente Battista, “Un viejo camión de guerra” es un cuento fantástico de Kordon que otro lector inclasificable – Rodolfo Walsh – incluyó en Antología del cuento extraño (Clarín, 9/2/02). Y hay muchos cuentos extraños en Kordon, así como hay cosas extrañas en cualquiera de sus cuentos. Vicente Battista en la nota que comentamos, homenaje al escritor que había muerto en esos días, se detiene en “Toribio Torres (alias) Gardelito” y en “Kid Ñandubay” y si bien dice que el segundo personaje tiene más relación con Kordon que el primero, pasa de largo el nudo de la pelea en Santa Fe, una vindicación del judío humillado.
Guillermo Saccomano, en el número de Radar citado, subraya lo “fantástico” en algunos cuentos, contra el cliché generalizado del realismo, pero no menciona la intersección entre el tango, la ciudad y la iniciación de un judío argentino que se encuentra dentro y fuera de la ciudad que habita.
Claudio Zeiger se sorprende al entrevistar a Kordon y escucharle decir que se pone más del lado de Borges que de Arlt, pero es sensible a la diversidad de sus intereses con sus líneas de fuga: “Los viajes a lugares remotos, la investigación acerca de la negritud, la adhesión a la revolución china, la pasión por la cultura oriental, el descubrimiento de cronistas y escritores viajeros como Albert Londres, la apertura a la literatura latinoamericana, poco obvia en un escritor tan identificado con la porteñidad”. Para usar una palabra del propio Zeiger, podemos decir que está anclado en la porteñidad y que su posición es más obvia cuando se piensa que diáspora suele traducirse como dispersión. Un judío argentino puede ser errante, abierto a la diversidad y estar anclado en Buenos Aires.
Pedro Lipcovich, por su parte, cierra el “dossier” de Radar subrayando la función del engaño en la obra de Kordon. Del engaño de los victimarios, pero también de las víctimas. Y habla de su muerte en un geriátrico de Santiago (Chile). Contado así, es patético. Pedro Orgambide dice que murió en Chile, en una de sus patrias, en el país de Marina, su compañera de tantos años, que había muerto un poco antes.
Bernardo Kordon (1915-2002); 87 años es un largo tiempo para alguien que tuvo una vida despierta: “De los altos de la casa de mi abuelo Isaac Piterbarg yo veía pasar los largos cargueros del Ferrocarril Oeste. Mi madre me contó que de pronto yo anunciaba muy excitado: ‘pasa una mácara sola’. Eso me enloquecía; la máquina sola, deslizándose como un sueño, sin el esfuerzo de arrastrar vagones. Esa locomotora con su penacho de humo excitaba mi imaginación, pensando en viajes y aventuras. Entonces no quería ser escritor, sino maquinista. Me identificaba con esa mácara sola, era un pequeño individuo que soñaba con mi autonomía” (Entrevista citada). Y así fue, Bernardo Kordon – sin el esfuerzo de arrastrar vagones – fue esa má(s)cara sola que logró su autonomía de escritor sin estridencia, con una cortesía oriental.

Manía ambulatoria.
Bernardo Kordon avanza como aquella mácara (máscara/máquina) de la infancia. Al comienzo de Todos los cuentos está el relato fantástico “Un día menos”, donde el narrador se encuentra con su hermano muerto y despierta con un objeto, una cédula de su hermano, que le revela que estuvo en el más allá. Después, en “Hotel Comercio”, un hombre se suicida en la pieza: “Sentía pena, una pena inmensa, por ‘el otro’ y por él mismo. Posiblemente fuesen como hermanos...”.
“Función de cine en Auschwitz” (el último relato del libro Manía ambulatoria) concluye: “Sobre esas imágenes de cadáveres vivientes, que tanto se parecían entre sí, comencé a reconstruir el rostro del judío que hasta último momento conservó dos monedas de un país para él tan lejano como Chile (...) Sobre el fondo de la película no me resultó difícil reconstruir el rostro del sefaradí: un judío que hablaba español. Igual que yo”.
“Un rincón para vivir”, el primer relato, habla de los antepasados que “obligados durante siglos a buscar un rincón para vivir, acumularon en mi sangre la renovada pena de la tierra que se deja y la ilusión de la tierra donde se llega”.
Tal vez ser judío sea escribir ese libro “utópico”, sin un lugar sobre la tierra, que convierte al sujeto en ambulatorio: otras lenguas, otros cuerpos, otras costumbres. Pero es necesario sostener alguna identidad: el narrador de Kordon ama su lengua, incluso una forma de “habla” precisa que puede dibujar un espacio (Bs. As.) y un tiempo determinado. El libro (Torá, Talmud que lo descifra) se encuentra disperso en diferentes territorios, es hablado en diferentes lenguas, se pierde y se recupera en muchas partes. Esta condición hace que se pueda vivir en cualquier lugar y que sin embargo, no se encuentre nunca un rincón para vivir. El habla porteña construye, en los textos de Kordon, ese rincón.
No es el castellano, cuyo territorio es vasto y su vocabulario múltiple, sino un cierto “estado” de su práctica. Espacios y culturas se conjugan en un lenguaje determinado: “Hasta su reciente muerte, mi madre siempre me preparó platos típicos de la cocina rusa, que para mi es el gusto de la infancia. Como lo fue esa ración rusa entremezclada con los estirados silbatos de las rondas policiales que se cruzaban en la noche del barrio de Almagro, silbato que en la flauta iniciaba el tango “El apache argentino”. Tonadas idish, criollas e italianas para el niño que crecía en la Babilonia del Plata”
Esta Babilonia (ciudad de donde salió una de las escuelas de interpretación judía de la Torá) condensa todos los espacios: de ahí que el narrador de los textos de Kordon encuentre un cierto aire de familia hasta en las comidas de serpientes y perros en China. Pero mientras el narrador viaja por dentro de la lengua, su relación con aquello que experimenta tiene siempre algo exterior.
Los que subrayan en los textos de Kordon su relación con la ciudad, sus calles y sus espacios, nunca se detuvieron a leer la relación del sujeto con eso que describe. En efecto, siempre hay una mirada exterior. Como dice Ulises Petit de Murat, Kordon es un testigo.
¡Pero que es un testigo!. Aquel que dice lo que se articula, no es sujeto del acto que refiere. Es por eso que el narrador de Kordon mira entre la ironía y la piedad, un mundo donde el dolor se perpetúa en el equívoco. El narrador viaja sin otro deseo que el tránsito mismo. No se desplaza en busca de algo, no retorna por algo. Al llegar y al volver se encontrará con algo: “Por cierto, ya ambulé antes de nacer. Mi hermana Victoria nació en Brooklyn.
Meses después, mi abuelo materno, Isaac Piterbarg, partió de Rusia con otros familiares para cantar en sinagogas de Buenos Aires.
Por eso mis padres y mi hermana de meses se embarcaron en Nueva York para encontrarse con la familia. Al llegar aquí se produjo la Primer Guerra Mundial, decidieron quedarse y fue cuando nací. Seguramente fui engendrado en el viaje y frente a la costa brasileña; de tal modo me explico ahora mi temprano impulso a recorrerla.” Esta evocación, parecida a las que Henry Miller realiza de su infancia, es la diferencia entre Kordon y Roberto Arlt (con quien suele comparárselos). Arlt odia ese goce de sus padres, odia su origen, odia su llegada; el texto de Arlt oscila entre la venganza y la impotencia, entre la “traición y el sexo” (para evocar el título del libro que Oscar Masotta le dedicó). Kordon, en cambio, se encuentra en la dimensión de un amor por la lengua que le permite transformar el odio en piedad y en ironía. Esa novela familiar que lo hace deambular es recordada con ternura: el abuelo que espanta a los ladrones con un frasco de tinta, el padre que compone páginas en la linotipia, parecen metáforas de la vocación misma del escritor.
El relato llamado “Estación Terminal”, cuyo destinatario es bk, tiene una cifra: stop. El narrador “destina” el texto al que funciona como autor del libro: Bernardo Kordon. Las iniciales del autor se encuentran sin ningún espacio intermedio, escritas en itálica, y en minúscula. La división del narrador-autor, remite a la desaparición de este último y también a ese retorno cifrado de las iniciales, puestas al comienzo para designar el destino del texto. El libro de Bernardo Kordon, entonces se cierra con el retorno del mensaje sobre el propio sujeto de enunciación: bk. El narrador le habla a bk que aparece como doble de Bernardo Kordon. ¿Quién es el narrador, de dónde viene esa voz?.
“Me estoy muriendo – comienza el texto – aquí tirado en el sofá y tengo miedo de la crueldad de las cosas. Me rodean con la impasibilidad de quienes desconocen la muerte. Yo parto y ellas se quedan y nunca solas”.
La inmortalidad de las cosas, el cuerpo mortal: se habla de esto. Las cosas pueden ser designadas como inmortales por un cuerpo que se “sabe” sujeto a la muerte. La palabra muerte es anterior a la palabra inmortalidad, propuesta como la negación de la misma. Las cosas no son el cuerpo que muere, pero tampoco el referente de ese cuerpo que habla, puesto que se revelan como el sujeto mismo: “Los queridos objetos siguen allí y me traicionarán como ya traicionaron a otros”.
Los “objetos” son la inmortalidad de un sujeto que “sabe” por el lenguaje que es mortal: “...los objetos tienen historias que no terminan nunca. Nos engullen y a otra cosa. Antes de morir quiero contemplar a los dioses inmortales; los objetos y su opulenta acumulación: la ciudad. Pues el mensaje recibido es claro; destino baires. Un destino como cualquier otro, rigurosamente casual. Texto a transmitir: stop. Nada que agregar antes o después. Un imperativo cero, sin si quiera un punto final.”
Si el destino es baires y el destinatario bk ¿Quién es el emisor de este mensaje? ¿El “otro”, el hermano?.
El texto habla de la muerte y la inmortalidad mediante la voz de un narrador que emite un mensaje cuyo destinatario es bk .
Este sujeto que es 1 y 2, se engendra constituyendo los objetos del deseo, las cosas que le sobrevivirán. Para Kordon autor, sus libros.
El conjunto de los libros de Bernardo Kordon nunca fue estudiado más allá de la evocación de lo más genérico (su relación con la literatura “realista”). Comenzar a leerlo, ver las transformaciones que se producen de un libro a otro, quizá permita comprender que su obra es algo más extraña de lo que parece, que su condición de “judío de habla española” lo relaciona con algo singular que Kordon resuelve también de manera clara y singular.

Germán García

Prólogo de Alias Gardelito y Kid ñandubay. Grupo editor Mil Botellas, Bs. As., 2009.

José Sazbón (1937-2008)

La “Comisión de Homenaje a José Sazbón” conjuntamente con el IDEAS, la facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP y del CeDInCI publicaron en febrero pasado un folleto. En el cual se publicaron algunos de los trabajos presentados en un encuentro realizado, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. José Sazbón falleció en septiembre del año 2008.

Horacio Tarcus, Sylvia Seibert, Julio Godio, Carlos Altamirano, Álvaro M. Marquez-Fernandez, Perry Anderson, Jorge Dotti, José Emilio Burucúa, Patricio Geli, Alberto Pérez, Laura Sotelo, Luciano Alonso, Laura Ehrlich, Emiliano Gastón Sánchez, Carla Maglio






Extraído del folleto:
Contribución a una bibliografía de José Sazbón

I. Libros
Cuando los libros reúnen artículos que han sido publicados previamente por el autor, van seguidos de un número entre paréntesis que remite al listado de artículos que aparece más abajo. Cuando los títulos de los capítulos no van seguidos de un número entre paréntesis, es porque se publicaron allí por primera vez.

1. Mito e historia en la antropología estructural, Buenos Aires, Nueva Visión, 1975. Incluye: "El pensamiento crítico", "Sartre y la razón estructuralista” (1) y "El 'nuevo humanismo' de la antropología estructural" (9).

2. Historia y estructura, Maracaibo, Universidad de Zulia, 1981. Incluye: "Estructuralismo y funcionalismo", "Hacia una historia estructural. El proyecto arqueológico" y "Referencias bibliográficas del debate en tomo a la oposición de historia y estructura".

3. Historia y representación, Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes, 2002. Incluye: " 'Crisis del marxismo': un antecedente fundador" (47); "Una lectura sinóptica de las 'crisis'"; "Un capítulo abierto de historia intelectual: el régimen discursivo del Manifiesto"; "Filosofía y revolución en los escritos de Mariátegui" (27); "Historia y paradigmas en Marx y Benjamin" (43); "La historia de las 'Tesis' de Benjamin: problemas de interpretación"; "De Angelis difusor de Vico: examen de un paradigma indiciario" (41); "Facundo: la vida de los signos" (33); "La representación de la historia en Facundo" (45); "Mil ochocientos cuarenticinco"; "Pierre Menard, autor del Quijote" (23); "Magias parciales de la traducción" (28); "Borges declara" (30); "El fantasma, el oro, el topo" (2 1); "Figuraciones de Wittgenstein" (22).

4. Nietzsche en Francia y otros estudios de historia intelectual, Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes, en prensa. Incluye: "Aspectos de la recepción temprana de Nietzsche en Francia" (60); "Conciencia histórica y memoria electiva" (65); "Razón y método, del estructuralismo al post -estructuralismo" (42); "El sujeto en las ciencias humanas" (57); "Historia intelectual, Teoría Crítica y Filosofía de la Historia" (53); "El legado teórico de la Escuela de Frankfurt" (61); "Dos caras del marxismo inglés: el intercambio Thompson-Anderson" (29); "Historia y experiencia" (49); "Presencia de Voltaire" (51); "El "nuevo humanismo" de Lévi-Strauss" (9); "La muerte de E.P. Thompson" (44); "Sartre en la historia intelectual" (68); "La modernidad electiva de Mariátegui" (59); "De Angelis y los literatos argentinos" (45).


II. Artículos aparecidos en publicaciones periódicas y obras colectivas.

1. "El método de Sartre", en Literatura y Sociedad, Buenos Aires, vol. I, nº 1,1965, pp. 13-18.
2. "Sartre y la razón estructuralista", en Sartre y el estructuralismo. Introducción, selección y traducción de José Sazbón, Buenos Aires, Quintaria, 1968, pp. 7-1 7.
3. "La sociología", en Revista de la Universidad, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, nº 20-2 1,1968, pp. 3 5 5-3 68 (número dedicado al tema "El proceso de modernización de la Argentina. 1880-1930").
4. "A partir de Saussure", en Introducción al estructuralismo. Introducción y selección de José Sazbón, Buenos Aires, Nueva Visión, 1969 (2ª ed., 1970; 3ª ed., 1972; 4ª ed., 1974), pp. 7-25.
5. "Historia y sistemas en Claude Lévi-Strauss", en José Sazbón (comp.), Estructuralismo e historia, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970 (2ª ed., 1972), pp. 111-130.
6. "Estructura y existencia en Jacques Lacan", en Psiquiatría Social nº 3, junio de 1970, Buenos Aires, Asociación Argentina de Psiquiatría Social / Kargieman, pp. 41-46.
7. "El concepto de institución y la teoría sociológica", en Cuadernos de La Plata, La Plata, nº 3, julio de 1970, pp. 12 1 - 12 7.
8. "El modelo semiológico y la reflexión filosófica", en Temas de filosofía contemporánea, comunicaciones seleccionadas del III Congreso Nacional de Filosofía (Argentina), Buenos Aires, Sudamericana, 197 1, pp. 207-240.
9. "El 'nuevo humanismo' de la antropología estructural", en Revista de la Universidad, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, nº 22,1971 (número dedicado al tema "El humanismo clásico y el nuevo humanismo"), pp. 177-191.
10. "Sobre algunas premisas comunes a Saussure y sus contemporáneos", en Cuadernos de Filosofía, Departamento de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires, año XII, nº 18, julio-diciembre de 1972, pp., 279-286.
11. "La filosofía después de la guerra", Buenos Aires, fascículo nº 102 de la serie Siglomundo. La historia temática del siglo XX, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1975.
12. "Lenguaje y escritura", en Escritos de Filosofía, Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Buenos Aires, año 1, nº 1, enero-junio de 1978, pp. 7-16.
13. "A propósito de Lassalle", en Expresamente, Caracas, Venezuela, nº 6, octubre de 1978, pp. 2 1-25.
14. "El estructuralismo en antropología: Claude Lévi-Strauss y Lucien Sebag", en Anuario General de la Facultad de Humanidades y Educación, sección Letras, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, 1978.
15. "Ideología como contenido e ideología como forma", en Escritos de Fiiosofía, Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires (Centro de Estudios Filosóficos), Buenos Aires, año 1, nº 2, julio-diciembre de 1978, pp. 49-56.
12bis "Lenguaje y escritura” [reed. del art. Homónimo cit. en 12], en Intertexto. Revista de semiótica y psicoanálisis, Círculo de Estudios de Psicoanálisis y Semiótica, Barquisimeto, Venezuela, nº O, junio de 1980, pp. 41 -53.
16. "La modificación”, en Punto de Vista. Revista de cultura, año III, nº 10, Buenos Aires, noviembre 1980, pp. 24-30.
17."La reflexión literaria", en Punto de Vista. Revista de cultura, Buenos Aires, año IV, nº 11, marzo-junio de 198 1, pp. 37-44.
18. "De l'écriture avant toute chose", en Revista de literatura hispanoamericana, Centro de Estudios Literarios, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, nº 20-2 1,198 1.
19. "Facundo: campo semántico y organización narrativa", en Investigaciones semióticas, Oficina Latinoamericana de Investigaciones Jurídicas y Sociales (Área de Semiótica), Rectorado, Facultad de Derecho, Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela, vol. I, nº 1,1981, pp. 65- 102.
2O."Perfil polémico de la razón estructuralista" en Escritos de Filosofía,
Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires (Centro de Estudios Filosóficos), Buenos Aires (número dedicado al tema "La Razón"), 1981.
21. "EI fantasma, el oro, el topo: Marx y Shakespeare”, en Cuadernos políticos, México DF nº 28, abril-junio de 1981, pp. 88- 103.
22. "Figuraciones de Wittgenstein'', en Investigaciones semióticas, Oficina Latinoamericana de Investigaciones Juridicas y Sociales (Área de Semiótica), Rectorado - Facultad de Derecho, Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela, vol. I, nº 2-3,1982-83, pp. 191 -205.
23. "Pierre Menard, autor del Quijote", en Cuentos de hoy mismo. Primer concurso de cuento argentino, Buenos Aires, Círculo de lectores, 1983.
24. “Antihegelianos del novecientos. Movimiento social e historia de las ideas", en Revista de filosofía, Centro de Estudios Filosóficos, Facultad de Humanidades y Educación, Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, nº 6,1984.
25. "Campo y función de la parodia", en Opción. Revista de Ciencias Humanas y Sociales, Departamento de Ciencias Humanas, Facultad Experimental de Ciencias, Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, nº 2, julio de 1984.
26. “1845: Sarmiento y Engels, convergencias", en Opción. Revista de Ciencias Humanas y Sociales, Departamento de Ciencias Humanas, Facultad Experimental de Ciencias, Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, 1985.
27. "Filosofía y revolución en los escritos de Mariátegui", en Cuestiones políticas nº 1, Universidad de Zulia, Maracaibo (Venezuela), 1985.
28. "Magias parciales de la traducción, en Sábado (suplemento de Unomásuno), México, 19 de julio de 1986.
29. "Dos caras del marxismo inglés. El intercambio Thompson-Anderson", en Punto de Vista. Revista de cultura, año X, nº 29, Buenos Aires, abril 1987, pp. 11-26.
30. "Borges declara” en Espacios de crítica y producción nº 6, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, octubre-noviembre, 1987, pp. 23-25.
31. "La concepción marx-engelsiana de la sociedad burguesa: un modelo general", en Cuadernos de Economía Política nº 5, Universidad Nacional de Luján, diciembre 1987.
3 2. "Modelo puro y formación impura. La Alemania del 48 en los escritos de Marx y Engels", en Cuestiones políticas nº 4, Universidad de Zulia, Maracaibo (Venezuela), 1988
33. "Facundo: la vida de los signos", en Actas de las Jornadas Internacionales Domingo Faustino Sarmiento, Departamento de Letras, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, 1989, pp. 169-197.
34. "Sarmiento como pensador" (intervención en la mesa redonda homónima) en las Actas mencionadas en el ítem 1, pp. 1 3 1 - 139.
35. "La revisión antihistoricista de la Revolución Francesa", en Cuadernos de Filosofía, Instituto de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, año XX, nº 33, octubre 1989, pp. 3-29.
36. "La Revolución Francesa y los avatares de la modernidad", en Boletín de Historia Social Europea, Departamento de Historia, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, nº 2,1990, pp. 34-92.
28bis "La Revolución Francesa y los avatares de la modernidad" [versión reducida del texto indicado en 28], en Imagen y recepción de la Revolución Francesa en la Argentina, Comité Argentino para el Bicentenario de la Revolución Francesa, Buenos Aires, Grupo Editor Latinoamericano, 1990, pp. 373 -399.
37. "Coloquio Sarmiento. Semiótica y simbólica: La efusión cromática”, en Espacios de crítica y producción. Facultad de Filosofía y Letras, nº 8-9. Buenos Aires, diciembre 1990-enero 1991, pp. 9-10.
38. "El Marx de Furet", en Boletín de Historia Social Europea, Departamento de Historia, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, nº 3,1991, pp. 37-56.
39. "A propósito del marxismo”, en: María Susana Bonetto de Scandogliero,
Carlos Alfredo Juárez Centeno (h) (comps.): La ideología contemporánea, Córdoba, Advocatus, 1992, pp. 155-167.
40. “A propósito de las mujeres en la Revolución Francesa”, en Revista de Historia, Departamento de Historia, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, nº 3, noviembre 1992, pp.79-95.
41. "De Angelis difusor de Vico: examen de un paradigma indiciario", en Cuadernos sobre Vico, Centro de estudios sobre Vico, Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, Universidad de Sevilla, Sevilla (España), nº 3,1993, pp. 157-186.
42. "Razón y método, del estructuralismo al post-estructuralismo", en: Osar Nudler y Gregorio Klimovsky (comps.): La racionalidad en debate, t. II: Racionalidad y método en ciencias humanas; racionalidad, elección racional, razón comunitaria, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1993, pp. 230-254.
43. "Historia y paradigmas en Marx y Benjamin", en: Gabriela Massuh y Silvia Fehrrnann (eds.): Sobre Walter Benjamin. Vanguardia, historia, estética y literatura. Una visión latinoamericana, Buenos Aires, Alianza, Goethe-Institut, 1993, pp. 92-104.
44. "Edward Thompson (1924-1993)", en El cielo por asalto, Buenos Aires, año III, nº 6, verano 1993/4.pp.3-7.
45. "De AngeIis y los literatos argentinos", en Espacios de critica y producción, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, nº 15, diciembre 1994-marzo 1995, pp. 18-22:
46." La representación de la historia en Facundo" en Anuario de Historia, Escuela de Historia, Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario, Rosario, 1994, pp. 23-42.
47. "'Crisis del marxismo': un antecedente fundador”, en Estudios sociales, coedición de Universidades Nacionales del Litoral, Rosario y Córdoba, nº 8, Santa Fe, 1995, pp. 9-29.
48. "Figuraciones de Wittgenstein, en Cristina Ambrosini (comp.), Ludwig Wittgenstein, Nuevas lecturas, Buenos Aires, 1995, pp. 167-180.
49. "Historia y experiencia”, en Entrepasados. Revista de historia, Buenos Aires, año V, nº 10,1996, pp. 2 3-42.
50. "Sémiotique et symbolique dans Facundo, de Sarmiento" [versión condensada], en Irmengard Rauch, Gerald F. Carr (eds.), Semiotics around the World: Synthesis in Diversity, Berlín-Nueva York, Mouton de Gruyter, 1997, pp. 1169-1172.
51. "Presencia de Voltaire”, en J. Sazbón (comp.), Presencia de Voltaire, Buenos Aires, Facultad de Filosofía Letras, UBA, 1997, pp. 7- 12.
52. "Historia intelectual e historia política. Anacharsis Cloots y el volterianismo revolucionario" en J. Sazbón (comp.), Presencia de Voltaire, pp. 95- 154.
53. "Historia intelectual y teoría crítica", en Páginas de Filosofía, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, año IV, nº 6, diciembre 1997, pp. 29-42.
54. "La 'nueva' filosofía de la historia. Una sinopsis", en Prismas. Revista de historia intelectual, Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, nº 2, agosto 1998, pp. 139-146.
55. "Escuela de Frankfurt", "Teoría critica”, "Marxismo occidental". Artículos incluidos en Torcuato S. Di Tella (comp.): Diccionario de ciencias sociales y políticas, Buenos Aires, Emecé, 2001, pp. 290-294,443-446,684-687.
56. "La devaluación formalista de la historia", en Ezequiel Adamovsky (ed.): Historia y sentido. Exploraciones en teoría historiográfica, Buenos Aires, El Cielo por Asalto, 2001, pp. 79-86.
23bis “Pierre Menard, autor del Quijote" [reedición], en Josefina Delgado (comp.): Escrito sobre Borges, Buenos Aires, Dirección de Bibliotecas de la Ciudad de Buenos Aires/ Planeta, 1999, pp. 147- 182.
57. "El sujeto en las ciencias humanas", en Estudios de Filosofía práctica e Historia de las Ideas, CRICYT, Mendoza, año I, nº 1, diciembre 2000, pp. 19-36.
58. "Una aproximación a la crítica del saber histórico", en Silvana Carozzi y Juan B. Ritvo (comps.), El desasosiego. Filosofía, Historia y Política en diálogo, Rosario, Homo Sapiens, 2001, pp. 195-208.
59. "La modernidad electiva de Mariátegui", en Utopía y Praxis Latinoamericana. Revista Internacional de Filosofía Iberoamericana, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, año 6, nº 12, mano 200 1, pp. 43 -49.
60. "Aspectos de la recepción temprana de Nietzsche en Francia", en Prismas. Revista de historia intelectual, Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, nº 5, 2001, pp. 9-33.
61. "El legado teórico de la Escuela de Frankfurt"' en Teoría y filosofía política. La recuperación de los clásicos en el debate latinoamericano, Buenos Aires, CLACSO, 2002, pp. 181-214.
62. "El desarrollo de la 'Intellectual History' y la problemática histórico-filosófica”, en Páginas de Filosofía, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, año VII, nº 9, diciembre 2000, pp. 27-36.
63. "La historia en las 'Tesis' de Benjamin: problemas de interpretación”, en Actas del Primer Congreso de Filosofía de la Historia, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, CD-Rom, 2001.
64. "Estructuralismo”, en Carlos Altamirano (comp.): Términos Críticos de Sociología de la Cultura, Buenos Aires, Paidós, 2002, pp. 79-85.
65. "Conciencia histórica y memoria electiva", en Prismas. Revista de historia intelectual, Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, nº 6, 2002, pp. 21-43.
66. "Memorias de la Revolución Francesa”, en Sociohistórica, Facultad de Humanidades y Cs. de la Educación, Univ. Nac. de La Plata, nº 13/14,1° y 2º Semestre 2003 [no aparecido en junio 2004], pp. 13-52.
67. "Intermitencias de un legado", en la recopilación Jean-PauI Sartre. Actualidad de un pensamiento, Buenos Aires, Embajada de Francia en Argentina y Centro Franco-Argentino de Altos Estudios, Colihue, 2005, pp. 99-107.
68. "Sartre en la historia intelectual", en Prismas. Revista de historia intelectual, Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, no 9,2005, pp. 273-282.
69. "Los intelectuales italianos frente al fascismo", en Actas y comunicaciones del Instituto de Historia Antigua y Medieval, Facultad de Filosofía y Letras UBA, noº 1, 2005, www.filo.uba.ar/contenidos/investigacion/institutos/historiaantiguaymedieval/actasycomunicacion/Sazbon.htm
70. "Figuras y aspectos del feminismo ilustrado", Estudio Preliminar, en la recopilación Cuatro mujeres en la Revolución Francesa, Buenos Aires, Biblos, 2007, pp. 9-75.
71. "Estructuralismo e historia", en Manuel Cruz (dir.), La Historia desde la Teoría, Buenos Aires, Prometeo, en prensa.
72. "Marxismo, historia e historiografia", en Manuel Cruz (dir.), op. cit.

III. Notas y reseñas bibliográficas
1. "La condition ouvrière, de Simone Weil”, en Revista de Filosofía, Departamento de Filosofía, Instituto de Filosofía, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, nº 10,1961, pp. 105-109.
2. "Poesía y verdad”, en Testimonio, Salto, año I, nº 4, 7 de noviembre de 1962, pp. 1417 y 25-26.
3 "La dialéctica en cuestión: Garaudy polemiza con Sartre, en Revista de la liberación, Buenos Aires, nº 1,1963, pp. 8-9.
4. "Introducción” al Prólogo de Sartre a Los condenados de la tierra de Frantz Fanon, en Revista de la liberación, Buenos Aires, nº 2,1964, p. 18.
5. "Nota sobre la estratificación y la estructura", mimeo, cátedra de
Sociología, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, 1966, pp. 1-8.
6. "El estructuralismo hoy", en Revista de la Universidad, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, nº 20-2 1,1968, pp. 68-472.
7. "Estructuralismo e historia", en Los Libros, Buenos Aires, nº 2, agosto de 1969, pp. 14-15 y 29.
8. "Sartre y Marx", en Los Libros, Buenos Aires, nº 3, septiembre de 1969, pp. 13-14.
9. "¿Qué es el estructuralismo?", en Los Libros, nº 6, diciembre de 1969, p.20.
10. "Devolver el habla al pueblo", en Los Libros, nº 25, marzo de 1972, pp. 20-21.
11. "Crítica de la democracia capitalista, de Stanley Moore", en Revista de la Universidad, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, nº 23,1972,
pp. 325-328.
12. "La multitud en la historia, de George Rudé", en Revista de la Universidad, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, nº 2 3, pp. 3 36-3 3 8.
13. "El proceso ideológico, de Eliseo Verón", en Revista de la Universidad, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, nº 23,1973, pp. 397-399.
14. "El estructuralismo en las revistas", en Cuadernos de Filosofía, Departamento de Filosofía, Universidad de Buenos Aires, año XIII, no 20, marzo-diciembre de 1973, pp. 557-564.
15. “Dialéctica y totalidad: el pensamiento historicista", en Los Libros, Buenos Aires, nº 41, mayo-junio de 1975, pp. 26-27.
16. "Sujet et historie, de Roberto Miguelez", en Revista Latinoamericana de Filosofía, Centro de Investigaciones Filosóficas, Buenos Aires, vol. 11, nº 1, marzo de 1976, pp. 83-85.
17. "Acerca de la incorporación de la 'dimensión' ideológica al análisis de los enunciado del lenguaje jurídico”, mimeo, materia "Metodología de las Ciencias Sociales", Coordinación de Estudios de Postgrado, Facultad de Derecho, Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, 1978, pp. 1-3.
18. "Una invitación al postmarxismo", en Punto de Vista. Revista de cultura, Buenos Aires, año VI, nº 19, diciembre de 1983, pp. 36-3 8.

IV. Libros editados
1. Sartre y el estructuralismo, introducción, selección y traducción de textos, Buenos Aires, Quintaria, 1968.
2. Introducción al estructuralismo, artículos de Claude Lévi-Strauss y otros, Colección "El pensamiento estructuralista", dirigida por José Sazbón, volumen 1, Buenos Aires, Nueva Visión, 1969 (2º ed., 1970; 3º d., 1972; 4º ed., 1974).
3. Estructuralismo y estética, artículos de Gillo Dorfles y otros. Colección "El pensamiento estructuralista”, volumen 2, Buenos Aires, Nueva Visión, 1969.
4. Estructuralismo y antropología, artículos de Edmund Leach y otros. Colección "El pensamiento estructuralista", volumen 3, Buenos Aires, Nueva Visión, 1969
5. Estructuralismo y lingüística, artículos de André Martinet y otros Colección "El pensamiento estructuralista", volumen 4, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970.
6. Estructuralismo y filosofía, artículos de Enzo Paci y otros. Colección "El pensamiento estructuralista", volumen 5, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970.
7. Estructuralismo e historia, artículos de Gilles-Gaston Granger y otros. Colección "El pensamiento estructuralista", volumen 6, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970 (2' ed., 1972).
8. Estructuralismo y sociología, artículos de Pierre Bourdieu y otros.
Colección "El pensamiento estructuralista", volumen 7, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970.
9. Estructuralismo y psicoanálisis, artículos de Louis Althusser y otros. Colección "El pensamiento estructuralista", volumen 8, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970.
10. Estructuralismo y literatura, artículos de Roman Jakobson y otros. Colección "El pensamiento estructuralista", volumen 9, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970.
11. Estructuralismo y epistemología, artículos de Michel Serres y otros. Colección "El pensamiento estructuralista", volumen 10, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970.
12. Estructuralismo y psicología, artículos de Jean Piaget y otros.Colección "El pensamiento estructuralista ", volumen 12, Buenos Aires, Nueva Visión, 1970.
13. Análisis de Marshall McLuhan, artículos de N. Cohn y otros. Colección "Signos", dirigida por Eliseo Verón, Buenos Aires, Tiempo Contemporáneo, 1970.
14. Análisis de Michel Foucault, artículos de Georges Canguilhem y otros. Colección "Signos", Buenos Aires, Tiempo Contemporáneo, 1970.
15. Presencia de Max Weber, artículos de Talcott Parsons y otros. Colección "Teoría e investigación en las ciencias del hombre", dirigida por
José Sazbón, Buenos Aires, Nueva Visión, 197 1.
16. Presencia de Rousseau, artículos de Jacques Derrida y otros. Colección "Teoría e investigación en las ciencias del hombre", Buenos Aires, Nueva Visión, 1972.
17. Introducción a Bachelard, artículos de Jean Lacroix y otros. Colección "El hombre y su mundo”, dirigida por Oscar del Barco, Buenos Aires, Caldén, 1973.
18. Homenaje a Kant. Artículos de Mario Caimi, Jorge Dotti y Graciela F. De Maliandi. Textos de Immanuel Kant (trad. M. Caimi) y Hannah Arendt (trad. J. Sazbón), Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1993.
19. Presencia de Voltaire. Introducción de José Sazbón. Artículos de José E. Burucúa, María Inés Mudrovcic, Leiser Madanes, Rodolfo Machuca, Ernesto Naishtat y José Sazbón, Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1997.