Novedad Editorial Tres Haches




Tu Yo no es tuyo
Lo real del psicoanálisis en la ciencia
De Miquel Bassols i Puig
con prólogo de Germán García






"Una ciencia del objeto a, este hubiera sido tal vez un destino para el psicoanálisis. La idea posterior de Lacan de que la lógica era una ciencia de lo real y de que el psicoanálisis debía seguir su referencia, es también una vía a explorar. Pero el problema se complica si seguimos esta lógica en la enseñanza de Lacan tal como Jacques-Alain Miller la ha mostrado y la sigue elucidando. La idea de que habría una ciencia de lo real parece entonces más bien una quimera, una futilidad de la que es necesario seguir los impasses para aislar aquello que no cesa de no escribirse en ella. Condición indispensable para aislar lo real propio del psicoanálisis, lo real que se hace presente en el síntoma.
Por este sesgo, tú eres más bien tu síntoma."
Miquel Bassols i Puig

"Miquel Bassols cerca lo real en el psicoanálisis tanto en el registro epistémico como en la experiencia de un análisis. Pero, además sigue los cambios que la noción de real tuvo en diferentes momentos de la enseñanza de Jacques Lacan. Sigue, en esto, la elaboración que Jacques-Alain Miller viene haciendo de esa enseñanza. En lo que hace a lo real, la progresiva separación de una ontología y la manera de situarlo en una existencia que no se define por lo que hay.[...] Como bien enfatiza Miquel Bassols, lo que se descifra del síntoma como metáfora es lo que un análisis tiene de terminable, mientras que la causalidad de lo real cristaliza -como el amor de Stendhal- en el resto irreversible de la transferencia y del sinthome."
Germán García



Novedad ediciones UNL



La página no escrita
de Jorge Yunis




De la contratapa:
Jacques Lacan, en "La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud" (1957), dice: "Cuando hablo de Heidegger, o más bien cuando lo traduzco, me esfuerzo en dejar a la palabra que profiere su significado soberano". He aquí un pequeño hilo conductor referido a aquello en lo que ambos pensadores se conjugan. Sin embargo, y este es el punto crucial donde tal confluencia separa las aguas rotundamente, Lacan capta muy bien que más allá de las coincidencias, de los aportes que la filosofía pueda brindar al psicoanálisis como teoría, incluso a su clínica, y más allá de lo que específicamente pueda extraerse del esclarecido pensar heideggeriano de cuya fraternidad, explícitamente, lo dice en L'Etourdit, no reniega, Lacan no transige respecto de una cuestión fundamental: el psicoanálisis es la página ausente de la filosofía.
¿Cómo entender esto? En su profundidad y en su simpleza ya Freud había orillado la problemática cuando se negaba a incluir al psicoanálisis en una concepción del mundo. Lacan va aún más lejos: todo discurso, todo enunciado, todo decir, aun el decir filosófico, porta un goce, es solidario de un goce que habita el lenguaje y lo hace su instrumento.


Jorge Yunis
Miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Participó como fundador y director de la Biblioteca Freudiana de Santa Fe y de la Sección Santa Fe de la Escuela de la Orientación Lacaniana. Ha dictado cursos y conferencias en Argentina, España y Uruguay; participado como disertante en Congresos y Encuentros en Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Santa Fe, París, Barcelona y Caracas, y publicado numerosos artículos en revistas especializadas de Argentina, España, Francia, Italia y Brasil. Autor de Acerca de la ciencia y la verdad (1989); Actualidad de la desvergüenza (2005) (compilación); Autoridad del síntoma (2007) (compilación); Apuntes de Psicoanálisis (2009). Director de la revista Analítica del Litoral.




Publicaciones y traducciones del psicoanálisis en el Rio de La Plata: Editoriales y Universidades*.




El presente trabajo bosqueja qué autores del psicoanálisis se traducen y cuál es su recepción en el Río de La Plata, entre medidos de 1930 hasta la década del 60. Editoriales y sus repercusiones en las universidades, a partir de la creación de las carreras de psicología.

Contexto
Desde la guerra civil española, y después de la segunda guerra mundial, se produce en la Argentina un periodo de auge de la industria editorial. Buenos Aires pasa de ser una mera receptora de las editoriales españolas a ser - entre mediados de 1930 y fines de de la década de 1950 - el centro editorial de América latina. Ingresando, también, masivamente, en el mercado español.
En esa época, como señala Patricia Wilson, la traducción de literatura extranjera no solo representa una proporción importante en lo que se publica sino que sus traductores y traductores-escritores, posibilitan que la traducción de ese período se convierta en uno de los modos de elaborar una literatura diferente, con nuevos estilos de representación y composición.
Este hecho genera concepciones de la literatura y de los géneros literarios que va conformando una literatura propia como resultado de una operación que se produce entre dos lenguas, la literatura extranjera y la literatura nacional.
Este novedoso fenómeno editorial que se plasma en la literatura, ¿se puede comparar con lo acaecido con las publicaciones sobre psicoanálisis y sus traducciones? ¿Cómo, qué y a quienes se traduce?
Debemos considerar que en la Argentina de los años 40 la figura del psicoanalista recién comienza a perfilarse ligada principalmente a la del psiquiatra. Profesión, esta última, que como tal, mantenía un debate interno al momento de delimitar su especificidad de especialista.
Veremos, entonces, como se entreteje una trama heterogénea y heteróclita de caminos que se bifurcan y a veces se encuentran pero coincidiendo todos en un punto,  las lecturas e interpretaciones de Freud pierden el espíritu de su autor, su lógica interna hasta la década del sesenta.

1. Algunas traducciones y publicaciones
Gregorio Bermann  que dirige en los años 30 Psicoterapia, la primera revista de tratamientos psicoterapéuticos en lengua española, difunde la psicología infantil con Stern, Scupi, Piaget, Wallon y las grandes polémicas con el freudo - marxismo de Unter dem Banner, especialmente la de Sapir y Bernfeld (1). Y si bien en sus inicios tuvo afinidad con la lectura freudiana, mixturada con la teoría de Pavlov (2). Luego apoyándose en las lecturas del último Politzer va a terminar criticando en 1949 al psicoanálisis. En 1948 es él quien escribe el prefacio de la primera traducción de Politzer al español Principios elementales de filosofía y como indica Dagfal (3); un año después se hace eco de la crítica del psicoanálisis que efectúa en una revista publicada en Francia La nouvelle critique, con su artículo El psicoanálisis enjuiciado.
Tres años más tarde, en 1951, G. Bermann funda la Revista Latinoamericana de psiquiatría que se constituirá en un órgano de difusión para los psiquiatras marxistas.
Otro hito editorial, es en 1945 la creación de la editorial Paidós. Sus fundadores eran dos jóvenes: Jaime Bernstein y Enrique Butelman.
J. Bernstein, entre 1941 y 1942, forma parte del Instituto Sigmund Freud creado por Bela Székely. La relación breve entre ambos, converge en una aproximación a la teoría de Adler que ambos tomaban como referencia. De este modo, cuando Bernstein se recibe de profesor de pedagogía en 1942 presenta su tesis titulada “Psicología y educación adlerianas”.
Por su parte E. Butelman formado en la teoría de Jung gravita de modo decisivo en la política editorial del psicoanálisis. El primer libro que publica la editorial Paidós se trata de una traducción del escrito de Jung Los conflictos del alma infantil, traducido por su segunda esposa, Ida Germán.
Pero es interesante destacar que la revista Sur ya en 1936 había traducido y publicado de Jung: Tipos psicológicos; luego con Sobre cosas que se ven en el cielo (1961) y Parcélsica (1966)
La teoría de Jung, como resalta G. García, era aceptada en nuestro país, con mayor entusiasmo que la de Freud. Esto por su prosa y por insuflar entre el hombre y la mujer ideales de armonía. Pero, justamente, uno de los traductores de esa época, Patricio Canto, describe que así como a Jung le repugna fabricar respuestas rápidas, Freud tiene el poder en crear asociaciones deslumbrantes y repuestas rápidas, dicho de otro modo para P. Canto, Jung era conservador y Freud vanguardista.
Otra mujer, Arminda Aberastury, esposa de Pichon Rivière, es quien escribe la primera traducción de Melanie Klein. Ayudada en un primer momento por Marie Langer y luego por Elizabeth Goode (quien será la segunda esposa de Garma). Arminda traduce, a la autora que publica en habla inglesa, y que cobra en la década de los 50 la mayor relevancia en el ámbito del psicoanálisis del Río de la Plata.
Esta traducción, se concreta en 1948 en la colección “Biblioteca de Psicoanálisis” (4) de la editorial El Ateneo. Colección que desde 1943 es creada por un convenio que la editorial realiza con la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
La APA sustituye entonces el alemán de Freud por el ingles que utiliza Klein y auspiciaba Jones.
Recordemos que Garma, Cárcamo, Rascovsky y Pichon Rivière son las cuatro personas que estuvieron en la organización previa de la fundación de la APA que se concretó en 1942. Sumándose en el acta de fundación, Marie Langer y Ferrari Hardoy. Pero Garma no solo publica en la Editorial El Ateneo, sino que también lo hace en la revista Index que desde sus inicios en 1938 contó con la colaboración de Pichon-Rivière como secretario de la publicación y en la revista Psiquiatría y Criminología (creada por Ingenieros en 1902)
Por su parte, en 1947, Kapelusz lanza una nueva colección “Biblioteca de ciencias de la Educación” dirigida por Alfredo Calcagno (discípulo de Víctor Mercante). En esta Colección, Calcagno incluye a dos autores de la tradición experimental francesa. Se trata de los tratados compilados por George Dumas y Henri Piéron (5).
Las tres editoriales mencionadas van delineando diferentes políticas editoriales. Siendo dos de ellas Paidós y Kapelusz las que en los años 60 recibirán mayor cantidad de lectores con las primeras camadas de psicólogos con titulo universitario. Pero no se puede omitir, la decisión de la editorial Santiago Rueda de editar en 1953 las obras completas de Freud con la traducción de L. López Ballesteros (6).

2. Editoriales, revistas y nuevas carreras universitarias.
En marzo de 1954 el Ministerio de Educación organiza en forma conjunta con la Universidad Nacional de Tucumán el primer Congreso Argentino de Psicología, en donde se plantea la importancia de organizar en las distintas universidades nacionales la apertura de carreras superiores de psicología. Pero un año después, el marco político se transforma con el derrocamiento de Perón.
Muchos de los autores que estaban nucleados, durante el peronismo, en instituciones y publicaciones independientes de los claustros universitarios, ocuparan cargos de relevancia en las universidades nacionales. Uno de estos cambios se evidencia con dos designaciones: la del  Rector Normalizador de la Universidad de Bs. As. José Luis Romero, director de la revista Imago Mundi - revista que había aparecido en 1953 -; y el nombramiento como secretario general de la UNBA, de Ismael Viñas, director de la revista Contorno.
Entre 1955 y 1959, no solo se abrieron seis carreras de psicología en diversas ciudades del país. Sino que también se crearon nuevas carreras dentro del ámbito de las ciencias humanas, como Sociología, y Antropología Cultural.
La creación de estas nuevas profesiones, - como indica Federico Neiburg – ira contorneando el perfil nuevo de especialista que comienza a perfilarse y definirse en esas décadas.
Ahora bien, ¿el surgimiento de las nuevas profesiones universitarias, facilitará en sus inicios, una lectura psicoanalítica diferente?
Hasta el momento la figura del psicólogo aparecía como auxiliar en las diversas ramas: educación, criminología, etc.; ubicándose ésta, desde una posición pedagógica. Mientras que la figura del psicoanalista estaba íntimamente ligada a la del psiquiatra (salvo contadas excepciones). La institución oficial, APA, no solo había optado por las psicosomáticas, sino que había interpretado el psicoanálisis desde una lectura, prioritariamente, inglesa.

3.Algunos autores que se incorporan a esta nueva etapa universitaria
Jaime Bernstein, uno los  fundadores de Paidós (como ya se mencionó), ocupa en 1955 el cargo de profesor de la cátedra de Psicología Educacional en la carrera de filosofía de la facultad de Rosario; para luego en 1956, ampliar sus influencias hacia la investigación al ser designado director del Instituto de Psicología de Rosario. Él fue quien en la segunda edición de El carácter neurótico de Adler, manifiesta su propia posición teórica contraria al elementalísimo y el determinismo mecanicista, al escribir el prologo del libro.
Su socio editorial, Enrique Butelman, seguidor de la teoría junguiana se hace cargo de la materia de historia de la Psicología de la carrera de Psicología de Rosario. Amigo de Gino Germani, ocupa también, el cargo de profesor de psicología social de la carrera de Sociología dirigida por Germani.
La participación de Germani en la creación de la carrera de psicología de Buenos Aires va a ser importante y Butelman será el segundo director del departamento reemplazando en 1959 a Marcos Victoria personaje complejo que tiene hasta mediados de la década del 50 un lugar importante en la Universidad Nacional de Buenos Aires (7).
La amistad de Butelman con Germani se extiende a intereses editoriales que hacen que el sociólogo además de traductor de diversos autores extranjeros como Fromm, Mead Aron y Malinosky dirigiera colecciones de la editorial Paidós.
Elizabeth Jelin, traductora de Paidos y alumna de Germani, dirá de los años 60, que la tarea de traducción era una autentica tarea de creación de un vocabulario (8).

4. Ciudad de La Plata.
En esta ciudad van a ser otros los actores universitarios. En 1957 el decano normalizador Bernardo Canal Feijoo, escritor, poeta y jurista es quien convoca a una comisión que se encargará de la creación de la carrera de psicología.
Bernardo Canal-Feijóo, un vanguardista de su época, ç “supo utilizar de manera excelente el psicoanálisis para investigar algunos aspectos del folklore” - afirma G. García - (9). En 1938, publica Mitos perdidos, donde analiza la mitología de la leyenda Kakuy y hace una crítica a la interpretación simplista que Rojas R. realiza de la misma. Complejiza y transforma la lectura de esta leyenda, tomando como principal referencia a Freud con sus escrito Tótem y Tabú y Conferencias de introducción al psicoanálisis. Dirá al respecto: “Creo que la que mejor conviene a una interpretación seria de nuestra leyenda, es la teoría psicoanalítica que ahora paso a exponer(10). En 1951 al escribir sobre la misma leyenda en su libro Burla, credo, culpa en la creación anónima, en una aclaración a pie de página expresa su diferencia con los psicoanalistas de su época cuando dice: “la hipótesis de Freud ha sido criticada por los mismos psicoanalistas desde diversos ángulos. Pero ninguna acierta en otra mejor fundada” (11).
Ahora bien, la comisión no va a mantener el espíritu del decano. El director de la comisión que organiza la carrera de psicología es Calcagno quien, como vimos, concebía a la psicología como una ciencia natural desde una concepción evolucionista. En esta línea son incluidos en la comisión Fernanda Monasterio Cobelo y Juan Cuatrecasas Arumí, ambos representantes del humanismo medico español.
Otro español integrante de esta comisión fue Ángel Garma y Zubizarreta quien, recordemos, se analizó con Theodor Reik y supervisó casos con Otto Fenichel y Karen Horney.
El último integrante de la comisión especial, fue Luis María Ravagnan, profesor de filosofía, recibido en 1940 en Buenos Aires. Traduce en 1937 a Henri Bergson e introduce luego a Maurice Meleau Ponty y en la UNLP será adjunto de Garma.
De esta manera, nos encontramos, en la época de oro de la empresa editorial, con un caso paradigmático que implica una inclusión decisiva en la vida universitaria de los años cincuenta. Éstos son los codirectores y autores de la editorial Paidós; editorial que a diferencia de Kapelusz amplia su oferta original. Sin embargo la editorial Kapelusz, si bien imprimió una política editorial más cercana a la educación con un público mas restringido. No dejó de tener sus lectores y como precisamos, uno de los directores de una de sus colecciones, el doctor Calcagno, fue quien más injerencias tuvo en la organización de la carrera de psicología de la ciudad de La Plata.

Conclusiones.
Para finalizar, podemos decir, que este breve recorrido tiene la intención de delinear, cómo el psicoanálisis que se recepciona, prioritariamente, entre los años 1930-1960, es principalmente de discípulos de Freud (Jung, M. Klein, etc.). Autores que en algún aspecto contrariaron o se apartaron de las enseñanzas del maestro vienes. Y solo en algunas excepciones, como la de Canal Feijóo (citado en este trabajo), Freud es leído teniendo en cuenta su propia lógica interna.
Estas lecturas sobre el psicoanálisis se plasman en dos de las más importantes editoriales que delinearon las materias de estudio de las carreras de psicología que se abrieron en la década del cincuenta.
Precisiones que no nos son ajenas dado la vigencia que actualmente tiene en nuestro ámbito, la urgencia de leer solo aquello que se acaba de publicar sin dilación alguna.
Recién Masotta a través de las lecturas de Lacan revertirá las interpretaciones realizadas del psicoanálisis en el Río de la Plata.
Oscar Masotta se incorpora a la vida intelectual porteña desde sus publicaciones en Contorno, revista que en los años 50 nuclea a un grupo de jóvenes entusiastas en las lecturas de Sartre. Es a partir de que este existencialista que se refiere a la obra de Sigmund Freud, que estos jóvenes, que venían en su mayoría de la filosofía, se interesan por el maestro vienés. La lectura de Lacan, en cambio va a llegar por intermedio de Louis Althusser.
Es el mismo Masotta quien se encarga de indicarnos la operación que lo acerca a Lacan cuando en el primer numero de la Revista Argentina de Psicología (año 69) escribe:“Es Althusser – quien lee a Marx no sin haber leído a Lacan- él que nos sugiere la tarea de leer a Freud”
Operaciones de lectura que van a establecer una brújula diferente a la hora de considerar el psicoanálisis. Ya no se trata solo, del psicoanálisis oficial de la APA, ni de lecturas particulares de autores que se apartan de la teoría freudiana (Adler, Jung, etc.), ni de la psicología positivista denominada natural, ya por ese entonces perimida. Sino que se abre en la década del sesenta otro camino alternativo por la vía de la lengua francesa.

Gisèle Ringuelet


 Notas:
1)     García G. (2005) El psicoanálisis y los debates culturales Ed. Paidós. 3. La inquietante proliferación (Pág. 88). Argentina
2)      García G. (1978) La entrada de psicoanálisis en la Argentina Ed. Altazor, 1910. La peste, la dispersión. (Págs. 184/185). Argentina, Buenos Aires.
3)       Dagfalt A. (2009) Entre Paris y Buenos Aires. La invención del psicólogo (1942-1960) Ed. Paidós. Cap. 1 El pasaje de la “higiene mental” a la “salud mental “y la organización del campo psiquiátrico (Págs. 70 y 71). Buenos Aires, Barcelona, México
4)      Balan J. (1991) Cuéntame tu vida. Una biografía colectiva del psicoanálisis argentino. Ed. Planeta. Tres. Encuentros (1928-1942). Pág. 94. Argentina. Bs. As.
5)      Dagfal A. Op. cit. Cap. 4 La creación de las carreras de psicología (pág. 222).
6)      Diego, J. Luis de (2006) Editores y políticas editoriales en Argentina, 1880-2.000. Fondo de Cultura Económica (Ed.), 1938-1955. La “época de oro” de la industria editorial (Págs. 100, 101). Argentina.
7)      Dagfal A. Op. cit. Cap. 4 La creación de las carreras de psicología (págs. 236-240), Cap. 7 La entrada precoz del psicoanálisis en las carreras de psicología (Págs. 365-368).
8)      Neiburg Federico (1998) Los intelectuales y la invención del peronismo. Alianza Editor. VI Desperonización e innovación en la Universidad (Pág. 242, nota 29). Madrid/Buenos Aires.
9)      García G. Ídem cita 2. 1910. La peste la dispersión (Pág. 194).
10)  Canal Feijóo B. (1938). Mitos perdidos. Compañía Impresora Argentina. El incesto en una vieja leyenda americana. Psicoanálisis, etnología y mitología de la leyenda del Kakuy (Pág. 49). Buenos Aires.
11)  Canal Feijóo B. (1951). Burla, credo, culpa en la creación anónima. Editorial Nova, biblioteca americanista. La culpa (La leyenda). Pág. 192. Buenos Aires.


Bibliografía:
Canto P., A propósito de Freud, en Sur nº 62(nov. 1939). Buenos Aires.

Wilson, P. (2004), La constelación del Sur. Traductores y traducciones en la literatura argentina del siglo XX. Buenos Aires, Siglo XXI.


*Trabajo presentado en el XII Encuentro Argentino de Historia de la Psiquiatría, la Psicología y el Psicoanálisis, realizado el 7 y 8 de octubre 2.011 en Buenos Aires, como miembro de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata.



UNA VEZ MÁS, OSCAR MASOTTA Y ALGUNOS OTROS




Caroline Leduc: ¿Cómo llegó Lacan hasta ellos?
Judith Miller: Llegó por dos hombres que tuvieron un gran papel histórico y que Lacan conoció. Enrique Pichon Rivière Y Oscar Masotta, que era un filósofo, althuseriano creo, y que sentía pasión por Lacan. Lo hizo conocer no sólo a los argentinos sino también, a los catalanes y a los andaluces.

Anaëlle Lebovits-Quenehen: ¿Lacan estuvo en contacto con analistas argentinos?
Judith Miller: Lacan conoció a algunos. Encontré en la biblioteca de mi padre un libro de Germán García que este le había llevado, pero también libros de Masotta y publicaciones argentinas. Lacan no hacía muchas confidencias sobre esta cuestión. Se viajaba mucho menos en esa época.

Extracto de la entrevista realizada a Judith Miller por Anaëlle Lebovits-Quenehen, Caroline Leduc y Aurélie Pfauwadel publicada por Le Diable probablement, número 9, Verdier / CDE, París, septiembre de 2011, págs. 63-74; cuya traducción al castellano, realizada por Silvia Baudini, está en El caldero de la Escuela, número 16, págs. 27-33, con el título de A 30 años de la muerte de Jacques Lacan. La reconquista del Campo freudiano.
 
 

Novedad Editorial Paradiso ediciones




Luna Western

Excelentemente traducido del francés por Lisandro Llano

De Christophe Macquet






Christophe Macquet (1968)
Nació en Boulogne-sur-Mer (Francia). Vivió más de diez años en Asia, es especialista en lengua y literatura camboyana. En 2003 escribió cri & co. En 2005 publicó el relato La réincarnation des amibes, bajo el seudónimo de Christophe Antara, en la revista francesa La main de singe. En 2006 publicó Poids mouche, un libro sobre boxeo jemer, acompañado por fotos de John Vink, fotógrafo de Magnum. Dejó Asia tras una aventura transiberiana y llegó en barco de carga a la Argentina. Desde entonces prosigue solitariamente un trabajo fotográfico y poético (http://fr.blurb.com/user/ store/christrnacq). Luna Western es su primer libro publicado en Argentina.





Otros títulos de la colección Paradiso poesía



Lo Dado

Fogwill

El País de las Larvas

Silvio Mattoni

Cantos en la mañana vil

Daniel Freidemberg

Tirante

Susana CelIa

La línea del tiempo

Hugo Savino

Baudelaire

Américo Cristófalo

Mirad hacia Domsaar

Leónidas Lamborghini

Canción de Paz

Fogwill

Zur Dos

Antología poética

Últimos movimientos

Fogwill

La risa canalla

Leónidas Lamborghini

El río ebrio

Lucas Soares

En el revés del cielo

Antología poética

Encontrados en la basura

Leónidas Lamborghini

En la resaca

Daniel Freidemberg

Cuando todo acabe todo acabará

Ana Arzoumanian

El solicitante descolocado

Leónidas Lamborghini

in movimento

Gigliola Zecchin

Mudanza

Lucas Soares

Zoo

Anahí Mallol

Un día de diversión en la calle Brasil

Fernando Murat

La fuente muda

Alejandro Calabrese

Siguiendo al conejo I Following the rabbit

Leónidas Lamborghini

Descartes en Holandaa

Mariel Manrique

El cielo es un alud para los ojos

Alejandro Calabrese

Uno y todos los posibles

Enrique Campos

Deriva

Alejandro Archain

Isla de edición

Rodrigo Álvarez

El rock de los limbos

Carmen Iriondo

Últimos días de Sexton y Blake

Leónidas Lamborghini



La verdad sobre nanina


De próxima reaparición por editorial Fondo de Cultura Económica




Cuando alguien argumenta hay que fijarse




El día jueves 20 de octubre pasado salió publicado en la sección de psicología del diario Pagina/12 el artículo titulado “Nosotros, ¡rugbiers!”[1] firmado por Sergio Zabalza. Entiendo que su entusiasmo como ex jugador de la primera división de rugby del club San Cirano ante los últimos acontecimientos lo lleven a escribir apresuradamente. Dar un ejemplo es un acto complejo que se diferencia en exemplar –lo que se aprecia con los sentidos y ser imitado– del exemplum –algo más complejo y no sensible que permite reunir enunciados y prácticas en torno a un canon. Por eso hay que tener cuidado cuando se cree encontrar algún paradigma.

Ahora bien, es importante recordar que en Sudáfrica la práctica del rugby estaba sellada por el apartheid hasta 1995. Año que dicho país se incorpora a la IRB por primera vez y el mundial se disputa allí, se lo conoce como “el efecto Mandela”. En el caso de Australia y Nueva Zelanda, futuros rivales de la argentina en el campeonato cuatro naciones, es distinto. El deporte del rugby es muy popular, en especial en Nueva Zelanda. No es que son una raza más fuerte como los definió hace poco un feroz “puma” en un programa de televisión. Se puede observar que en el seleccionado de los All Blacks hay integrantes que descienden de los maoríes, de hecho el haka era una danza tribal de guerra que los maoríes realizaban antes de consumar una batalla. Los All Blacks tuvieron que hacer una versión un poco más aggiornada a la época y dejar de hacer el gesto de corte de cuello con la mano. Un antropólogo, quizás, nos pueda enseñar como es que un deporte europeo es incorporado por un pueblo que no tenía esa costumbre. Aquí, como allá, fueron los ingleses quienes trajeron este deporte, como tantos otros. En aquel entonces, por estos pagos, un mismo club podía albergar tanto equipos de futbol como de rugby (Buenos Ayres Football Club, por nombrar una institución).

Queremos hacer una distinción importante entre “juego” y “deporte”. El primero es un medio para la obtención de placer reiterando, individual o colectivamente, gestos o movimientos que no sirven para lograr elementos de subsistencia o apareamiento. Y quienes participan no fijan de antemano el lugar y el momento en el cual una capacidad debe ser demostrada. Cualquier persona que participe en un deporte colectivo, en la búsqueda de la consagración moral o económica, es llevado el esfuerzo común. Entonces consideramos que el rugby no es un “juego/guerra”; sino un deporte que simula la batalla entre dos bandos de quince hombres. Y en cada país, como en cada deporte, estos hombres tienen una idiosincrasia que ellos mismos encarnan.

Pero nuestro informador, a la hora de conjeturar, invoca al psicoanálisis y parece que desde el cielo Freud y Lacan dejan caer sus palabras. No se entiende “el valor fálico” que pueda tener el haka y no va de suyo que el rugby, como único entre otros deportes, contenga “la función del falo en el ser hablante” por ser “un juego que admite biotipos muy diferentes entre los integrantes del equipo”. Lo mismo ocurre con la palabra “sublimación”. ¿El scrum como ejemplo? La sublimación, mecanismo un tanto más fino que esa formación fija, no tiene relación alguna con el “esfuerzo común” que el autor cree ver casi con exclusividad en el rugby; colocando al rugby como medio para sublimar: “la violencia que suele manifestarse al compás de los avatares que afectan a nuestros jóvenes”. Creo que Freud no hablaba de “la violencia” –palabra que lleva un plus en nuestra época[2]– como una moción pulsional, ni erótica, en todo caso era el odio. Lacan habló de la “agresividad”, a la cual hay que diferenciar de “la agresión” y del pasaje al acto. No sublima cualquiera.

Al final, por la violencia es aclarada la sublimación a la que se refiere el autor: “si bien el juego del rugby despliega una gran violencia corporal, durante el partido prima un respeto casi sagrado por las decisiones del juez. Quizás una manera de brindar a nuestra gente joven la oportunidad de percibir que la ley, lejos de limitarse a su carácter privador”. La ley no es el código, la regla. Hay código en tanto que hay ley, la ley es una función. El joven percibirá aquella en función de esta última. Y ¿Cuán lejos puede estar la privación de las sanciones de un árbitro, de un juez, si la mayoría de las veces priva a alguno de los equipos de portar la pelota?

Subrayamos “se hace El Hombre” en la cita que Zabalza toma del texto de Jacques Lacan El despertar de la primavera. Este ultimo, en su texto El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada -o- Un nuevo sofisma, llama “aserto subjetivo anticipante” a una lógica que podemos encontrar en lo colectivo:

1ro. Un hombre sabe lo que no es un hombre;
2do. Los hombres se reconocen entre ellos por ser hombres;
3ro. Yo afirmo ser un hombre, por temor de que los hombres me convenzan de no ser un hombre.

Albert Camus que pasó su juventud en Argelia, y practicó el fútbol, sabía decir: “lo mejor que sé sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol”.

Como remarca el autor, nuestra Selección de rugby a partir del año que viene participará en la competencia “Torneo de las Cuatro Naciones” (antes Tres Naciones) que es organizada por el SANZAR, un consorcio de organismos que administra la competencia, que condiciona la participación a la presencia de los mejores jugadores y la aprobación de las emisoras que transmiten los partidos. Vender entradas y camisetas es también una parte de lo que evalúan los organizadores del campeonato. Una nueva etapa, “hay que agrandar la base” como dice el autor y con quien estamos de acuerdo; ¿de que manera? preguntamos. Ya que no es lo mismo, como ha resaltado Germán García hace poco[3], intentar hacer de modo que el psicoanálisis seduzca a la sociedad que seducir a la sociedad con el psicoanálisis.


Ignacio Penecino


[2] Sobre esto ver un articulo publicado en el mismo diario en la sección “Sociedad”:  UN INFORME SOBRE LOS NOTICIEROS – “Si hay violencia que se note mucho” (http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-180029-2011-10-29.html)

EL PSICOANÁLISIS ENTRE LAS LENGUAS. Sugerencias bibliográficas



Libros sugeridos durante el dictado de la conferencia que, bajo este título, realizó Germán García en el marco de las II JORNADAS DE LA LENGUA en la Biblioteca Nacional el martes 15 de noviembre de 2011.


- Patricia Willson: La constelación del sur. Ed. Siglo XXI. Bs. As., 2004.

- Ignacio Gárate y José Miguel Marinas: Lacan en castellano. Quipú Ediciones, Madrid, 1996.

- Ángel del Frutos Salvador: Los Escritos de Jacques Lacan. Ed. Siglo XXI, España, 1994.

- Marcelo y Nora Pasternac: Comentarios a neologismos de Jacques Lacan. Ed. Epeele, México DF., 2003.

- Jorge Baños Orellana: El idioma de los lacanianos. Ed. Atuel, Bs. As., 1995.


“Para una historia del psicoanálisis de niños en la Argentina” en perspectiva*




Para algunos, el siglo XX podría ser el siglo de las mujeres. Efectivamente, en Occidente, después de las luchas emancipatorias comenzadas a fines del siglo XVIII y después de algunos logros conseguidos por el feminismo del siglo XIX, el siglo XX vio como se conjugaron dos de los discursos que más marcaron la época para subvertir dramáticamente el lugar de las mujeres tanto en Europa como en Estados Unidos: los feminismos y el psicoanálisis. (1) (2)

El psicoanálisis “D”
En la Argentina, ninguna mujer hizo inscribir su nombre en el período de la entrada del psicoanálisis, es decir, desde 1910 hasta la fundación de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). Sobre el acto de esta fundación se discrepa: algunos no cuentan la presencia de mujeres, otros cuentan sólo una, Marie Langer, Mimi (3). A partir de aquí empezamos a contar pero bajo un rasgo particular que implicó todo un modo de concebir el psicoanálisis. Situar este rasgo que no había sido captado en tanto tal hasta ese momento (esto es, como diferencial), fue el propósito de la investigación que realicé durante 1979-80, publicada en la revista de la Escuela Freudiana en 1980 con el título “Para una historia del psicoanálisis de niños en la Argentina” (4), investigación que formó parte de una más amplia que realicé para el libro de Germán García La entrada del psicoanálisis en la Argentina. Con un comienzo irónico que los años no han modulado ponía en cuestión el uso de la preposición “de”, siguiendo la enseñanza de Lacan la cual no hacía tanto había introducido Oscar Masotta en la Argentina: “Historiar el psicoanálisis de niños en la Argentina. La multiplicación medusante de la producción de niños en el psicoanálisis en la Argentina ¿justifica aquí el psicoanálisis de niños? El psicoanálisis de niños, acentuando en el “de” la posesión (el psicoanálisis poseído por los niños o al revés) o, tal vez, la aplicación (pongamos por caso: psicoanálisis aplicado al regalo, al regalón). ¿Qué justifica el recorte instituido por el “de”? Según Freud, hay muchas razones que pueden explicar la predilección de los mayores por los niños, pero hay una que es decisiva: el adulto sería como aquellas naciones que, al envejecer, incrementan el interés por la genealogía. ‘Somos una nación joven’ se nos repite a cada instante para conjurar no se sabe qué irrupción de una historia. ‘No tenemos historia’, insisten.  En esta cuestión que nos atañe, hasta la mismísima Melanie Klein sentía mucha curiosidad al ver que su obra era aceptada en Argentina por un grupo numerosos de psicoanalistas en una época en que era rechazada, criticada en Europa y Estados Unidos.

Si el interés por (de) los niños es un desplazado de la pregunta por los orígenes, ¿qué diremos de una joven (Nación/psicoanalista) que se lanza en tropel, tempranamente, a preguntarle a los niños? ¿Deseo de historiar? ¿Deseo de pasar a la historia?

Realizaba luego un contrapunto de la trayectoria de las dos pioneras del psi para niños: Arminda Aberastury de Pichon Rivière y Telma Reca de Acosta y mostraba su diferencia con la de otra psicoanalista que comenzó al mismo tiempo que ellas: Flora Scolni, quien no llegó lejos. En primer lugar notaba que Scolni usaba su apellido de casada (Dorfman) como la mayoría de las mujeres psicoanalistas de la APA que “hacían niños”, como se decía entonces, y ostentaban un apellido de casada que no carecía de prestigio (Garma, Rascovsky, Pichon Rivière, etc.). En 1948 comienza el boom de lo que se considera desde entonces una técnica especial para los niños y esto bajo los auspicios de la traducción por Aberastury del clásico de Melanie Klein, El psicoanálisis de niños, y otros artículos sobre el tema que ella y Mimi Langer traducen para la Revista de la APA.

Mi investigación continúa con un desarrollo de las inversiones y réplicas de la doctrina psicoanalítica implicadas por esta llamada técnica que requiere “un papel tan evidentemente femenino”, según afirma Aberastury (5), como jugar a coser, tejer, poner pañales, etc. Aberastury considera que la naturaleza de este trabajo y “el abrir nuevos cauces a la sublimación explican por qué esta sea la rama del conocimiento en que la mujer haya contribuido con más aportaciones (…)”.

¿Qué quiere una mujer?
En este punto, que esta en la base de cualquier tratamiento posible de los niños (6), se detiene aquella investigación y quisiera avanzar hoy.

En 1949 aparece El segundo sexo de Simone de Beauvoir y marcaría el punto de partida de la llamada “segunda ola del feminismo”. Sin ser feminista (lo sería más tarde) la joven Simone arrojaba al mundo su elección: “mujer no se nace, se hace”, denunciaba los infortunios femeninos a través de la historia, sostenía que no hay instinto maternal y pensaba que la liberación de las mujeres llegaría con la liberación de la sociedad. En la actualidad ha sido objeto de críticas (7) que, aun cuando reconocen la deuda que el feminismo tiene con ella, acentúan que detrás de su slogan “la mujer se hace”, se esconde que “la mujer fabricada y enajenada es la mujer que permanece en su enajenación natural” a la que la condena su función maternal.

Dos años después, en 1951, la joven Marie Langer publica Maternidad y sexo (8), un libro que reconoce por lo menos cinco ediciones que prueban no sólo la difusión que había alcanzado el psicoanálisis hacia mediados de los sesenta, como señala la autora en la segunda edición, sino su lugar de supuesto saber la feminidad junto al tibio avance de un feminismo que, en la Argentina, no terminaba de comenzar aunque diera muestras (como tantas veces en nuestro país) de su estar al tanto de la avant garde francesa al tener como referencia a “la feminista y existencialista” Simone de Beauvoir y su libro recién publicado al que cita del francés.

Sin embargo, Marie no sigue a Simone respecto de lo que es y quiere una mujer: si en francés no hay instinto maternal sino que las funciones biológicas de la maternidad anclan a la mujer en su cuerpo enajenándola irreversiblemente, en castellano el instinto maternal (biológico) no sólo existe sino que es la sublimación de parte de este instinto “en tareas adecuadas” la que le permitirá aceptar su feminidad.
Marie confiesa una sensación de sacrilegio al estar en desacuerdo con Freud en algunos puntos de su doctrina pues sigue más bien a Melanie Klein como era canónico en APA y a Karen Horney (“la más conocida y popular crítica actual” de Freud). Si bien Marie basa todo el libro en la estructura biológica del instinto maternal, su crítica  a Freud se asienta precisamente en lo que ella cree es su orientación biológica y su falocentrismo los cuales explica por el contexto en que surge el maestro.

Pero nada de esto es tan interesante como la tesis del libro que aúna las consecuencias de las luchas feministas con las “nuevas” consideraciones sobre la mujer que no es “biológicamente inferior ni superior al hombre sino diferente”: “la mujer moderna, al adquirir más libertad sexual y social, ya que no sufre tanto de cuadros neuróticos típicos, como la gran histeria; restringida empero en sus funciones maternales, padece, en cambio, de trastornos psicosomáticos en sus funciones procreativas” pues rechaza ser madre y está así “en desacuerdo con su propio sexo y, por lo tanto con su propia existencia”. Freud, dice Marie, “fue el primero en destacar la gran importancia para la hija de una buena identificación con una madre bondadosa y esposa feliz” (¡!).

Retorno a Freud
Lejos de los finales felices, Freud captó en el humano algo irreductible que llamó pulsión de muerte. Lejos de la idea de instinto maternal, la pregunta por la feminidad fue el límite del campo que lleva su nombre, pregunta que deja abierta al final de su vida para que la responda cada una en su análisis. También está lejos, por lo mismo, de los callejones sin salida con los que se encuentra Marie Langer: la sociedad que oprimía a la mujer cuando la reducía a la maternidad ahora la ha liberado pero al volverse “antiinstintiva y antimaternal” la vuelve contra su ser madre.

Freud dio a Simone de Beauvoir sustento para afirmar que una mujer se hace. Pero para él, se hace de distintos modos y su destino puede ser, por lo tanto, diverso. Los malentendidos no faltan, sin dudas, por eso los feminismos, e incluso algunas orientaciones del psicoanálisis, se entretienen con ellos. Por eso es necesario escribir la historia.

Graciela Musachi


Notas
(1)   John Forrester y Lisa Appignanesi: Las mujeres de Freud. Editorial Planeta. Buenos Aires, 1996.
(2)    Graciela Musachi: Mujeres en movimiento. Eróticas de un siglo a otro. FCE. Buenos Aires, 2001.
(3)   Graciela Musachi: “Una mujer bella y un cocodrilo” en Oscar Masotta: Lecturas críticas. Atuel-Anáfora. Buenos Aires, 2000.
(4)    en Nombres del Psicoanálisis. Anáfora editora. Buenos Aires, 1991.
(5)   En su libro citado.
(6)   Eric Laurent: “Psicoanálisis con niños y sexualidad femenina” en Hay un fin de análisis para los niños. Colección Diva. Buenos Aires, 1999.
(7)   Sylvaine Agacinski: Política de sexos. Taurus. Madrid, 1999.
(8)   Editorial Nova. Biblioteca de Psicoanálisis de la APR. Buenos Aires, 1951. Primera edición.

*Texto presentado en el  Encuentro argentino de Historia de la psiquiatría, la psicología y el psicoanálisis.2001.