Publicaciones y traducciones del psicoanálisis en el Rio de La Plata: Editoriales y Universidades*.




El presente trabajo bosqueja qué autores del psicoanálisis se traducen y cuál es su recepción en el Río de La Plata, entre medidos de 1930 hasta la década del 60. Editoriales y sus repercusiones en las universidades, a partir de la creación de las carreras de psicología.

Contexto
Desde la guerra civil española, y después de la segunda guerra mundial, se produce en la Argentina un periodo de auge de la industria editorial. Buenos Aires pasa de ser una mera receptora de las editoriales españolas a ser - entre mediados de 1930 y fines de de la década de 1950 - el centro editorial de América latina. Ingresando, también, masivamente, en el mercado español.
En esa época, como señala Patricia Wilson, la traducción de literatura extranjera no solo representa una proporción importante en lo que se publica sino que sus traductores y traductores-escritores, posibilitan que la traducción de ese período se convierta en uno de los modos de elaborar una literatura diferente, con nuevos estilos de representación y composición.
Este hecho genera concepciones de la literatura y de los géneros literarios que va conformando una literatura propia como resultado de una operación que se produce entre dos lenguas, la literatura extranjera y la literatura nacional.
Este novedoso fenómeno editorial que se plasma en la literatura, ¿se puede comparar con lo acaecido con las publicaciones sobre psicoanálisis y sus traducciones? ¿Cómo, qué y a quienes se traduce?
Debemos considerar que en la Argentina de los años 40 la figura del psicoanalista recién comienza a perfilarse ligada principalmente a la del psiquiatra. Profesión, esta última, que como tal, mantenía un debate interno al momento de delimitar su especificidad de especialista.
Veremos, entonces, como se entreteje una trama heterogénea y heteróclita de caminos que se bifurcan y a veces se encuentran pero coincidiendo todos en un punto,  las lecturas e interpretaciones de Freud pierden el espíritu de su autor, su lógica interna hasta la década del sesenta.

1. Algunas traducciones y publicaciones
Gregorio Bermann  que dirige en los años 30 Psicoterapia, la primera revista de tratamientos psicoterapéuticos en lengua española, difunde la psicología infantil con Stern, Scupi, Piaget, Wallon y las grandes polémicas con el freudo - marxismo de Unter dem Banner, especialmente la de Sapir y Bernfeld (1). Y si bien en sus inicios tuvo afinidad con la lectura freudiana, mixturada con la teoría de Pavlov (2). Luego apoyándose en las lecturas del último Politzer va a terminar criticando en 1949 al psicoanálisis. En 1948 es él quien escribe el prefacio de la primera traducción de Politzer al español Principios elementales de filosofía y como indica Dagfal (3); un año después se hace eco de la crítica del psicoanálisis que efectúa en una revista publicada en Francia La nouvelle critique, con su artículo El psicoanálisis enjuiciado.
Tres años más tarde, en 1951, G. Bermann funda la Revista Latinoamericana de psiquiatría que se constituirá en un órgano de difusión para los psiquiatras marxistas.
Otro hito editorial, es en 1945 la creación de la editorial Paidós. Sus fundadores eran dos jóvenes: Jaime Bernstein y Enrique Butelman.
J. Bernstein, entre 1941 y 1942, forma parte del Instituto Sigmund Freud creado por Bela Székely. La relación breve entre ambos, converge en una aproximación a la teoría de Adler que ambos tomaban como referencia. De este modo, cuando Bernstein se recibe de profesor de pedagogía en 1942 presenta su tesis titulada “Psicología y educación adlerianas”.
Por su parte E. Butelman formado en la teoría de Jung gravita de modo decisivo en la política editorial del psicoanálisis. El primer libro que publica la editorial Paidós se trata de una traducción del escrito de Jung Los conflictos del alma infantil, traducido por su segunda esposa, Ida Germán.
Pero es interesante destacar que la revista Sur ya en 1936 había traducido y publicado de Jung: Tipos psicológicos; luego con Sobre cosas que se ven en el cielo (1961) y Parcélsica (1966)
La teoría de Jung, como resalta G. García, era aceptada en nuestro país, con mayor entusiasmo que la de Freud. Esto por su prosa y por insuflar entre el hombre y la mujer ideales de armonía. Pero, justamente, uno de los traductores de esa época, Patricio Canto, describe que así como a Jung le repugna fabricar respuestas rápidas, Freud tiene el poder en crear asociaciones deslumbrantes y repuestas rápidas, dicho de otro modo para P. Canto, Jung era conservador y Freud vanguardista.
Otra mujer, Arminda Aberastury, esposa de Pichon Rivière, es quien escribe la primera traducción de Melanie Klein. Ayudada en un primer momento por Marie Langer y luego por Elizabeth Goode (quien será la segunda esposa de Garma). Arminda traduce, a la autora que publica en habla inglesa, y que cobra en la década de los 50 la mayor relevancia en el ámbito del psicoanálisis del Río de la Plata.
Esta traducción, se concreta en 1948 en la colección “Biblioteca de Psicoanálisis” (4) de la editorial El Ateneo. Colección que desde 1943 es creada por un convenio que la editorial realiza con la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
La APA sustituye entonces el alemán de Freud por el ingles que utiliza Klein y auspiciaba Jones.
Recordemos que Garma, Cárcamo, Rascovsky y Pichon Rivière son las cuatro personas que estuvieron en la organización previa de la fundación de la APA que se concretó en 1942. Sumándose en el acta de fundación, Marie Langer y Ferrari Hardoy. Pero Garma no solo publica en la Editorial El Ateneo, sino que también lo hace en la revista Index que desde sus inicios en 1938 contó con la colaboración de Pichon-Rivière como secretario de la publicación y en la revista Psiquiatría y Criminología (creada por Ingenieros en 1902)
Por su parte, en 1947, Kapelusz lanza una nueva colección “Biblioteca de ciencias de la Educación” dirigida por Alfredo Calcagno (discípulo de Víctor Mercante). En esta Colección, Calcagno incluye a dos autores de la tradición experimental francesa. Se trata de los tratados compilados por George Dumas y Henri Piéron (5).
Las tres editoriales mencionadas van delineando diferentes políticas editoriales. Siendo dos de ellas Paidós y Kapelusz las que en los años 60 recibirán mayor cantidad de lectores con las primeras camadas de psicólogos con titulo universitario. Pero no se puede omitir, la decisión de la editorial Santiago Rueda de editar en 1953 las obras completas de Freud con la traducción de L. López Ballesteros (6).

2. Editoriales, revistas y nuevas carreras universitarias.
En marzo de 1954 el Ministerio de Educación organiza en forma conjunta con la Universidad Nacional de Tucumán el primer Congreso Argentino de Psicología, en donde se plantea la importancia de organizar en las distintas universidades nacionales la apertura de carreras superiores de psicología. Pero un año después, el marco político se transforma con el derrocamiento de Perón.
Muchos de los autores que estaban nucleados, durante el peronismo, en instituciones y publicaciones independientes de los claustros universitarios, ocuparan cargos de relevancia en las universidades nacionales. Uno de estos cambios se evidencia con dos designaciones: la del  Rector Normalizador de la Universidad de Bs. As. José Luis Romero, director de la revista Imago Mundi - revista que había aparecido en 1953 -; y el nombramiento como secretario general de la UNBA, de Ismael Viñas, director de la revista Contorno.
Entre 1955 y 1959, no solo se abrieron seis carreras de psicología en diversas ciudades del país. Sino que también se crearon nuevas carreras dentro del ámbito de las ciencias humanas, como Sociología, y Antropología Cultural.
La creación de estas nuevas profesiones, - como indica Federico Neiburg – ira contorneando el perfil nuevo de especialista que comienza a perfilarse y definirse en esas décadas.
Ahora bien, ¿el surgimiento de las nuevas profesiones universitarias, facilitará en sus inicios, una lectura psicoanalítica diferente?
Hasta el momento la figura del psicólogo aparecía como auxiliar en las diversas ramas: educación, criminología, etc.; ubicándose ésta, desde una posición pedagógica. Mientras que la figura del psicoanalista estaba íntimamente ligada a la del psiquiatra (salvo contadas excepciones). La institución oficial, APA, no solo había optado por las psicosomáticas, sino que había interpretado el psicoanálisis desde una lectura, prioritariamente, inglesa.

3.Algunos autores que se incorporan a esta nueva etapa universitaria
Jaime Bernstein, uno los  fundadores de Paidós (como ya se mencionó), ocupa en 1955 el cargo de profesor de la cátedra de Psicología Educacional en la carrera de filosofía de la facultad de Rosario; para luego en 1956, ampliar sus influencias hacia la investigación al ser designado director del Instituto de Psicología de Rosario. Él fue quien en la segunda edición de El carácter neurótico de Adler, manifiesta su propia posición teórica contraria al elementalísimo y el determinismo mecanicista, al escribir el prologo del libro.
Su socio editorial, Enrique Butelman, seguidor de la teoría junguiana se hace cargo de la materia de historia de la Psicología de la carrera de Psicología de Rosario. Amigo de Gino Germani, ocupa también, el cargo de profesor de psicología social de la carrera de Sociología dirigida por Germani.
La participación de Germani en la creación de la carrera de psicología de Buenos Aires va a ser importante y Butelman será el segundo director del departamento reemplazando en 1959 a Marcos Victoria personaje complejo que tiene hasta mediados de la década del 50 un lugar importante en la Universidad Nacional de Buenos Aires (7).
La amistad de Butelman con Germani se extiende a intereses editoriales que hacen que el sociólogo además de traductor de diversos autores extranjeros como Fromm, Mead Aron y Malinosky dirigiera colecciones de la editorial Paidós.
Elizabeth Jelin, traductora de Paidos y alumna de Germani, dirá de los años 60, que la tarea de traducción era una autentica tarea de creación de un vocabulario (8).

4. Ciudad de La Plata.
En esta ciudad van a ser otros los actores universitarios. En 1957 el decano normalizador Bernardo Canal Feijoo, escritor, poeta y jurista es quien convoca a una comisión que se encargará de la creación de la carrera de psicología.
Bernardo Canal-Feijóo, un vanguardista de su época, ç “supo utilizar de manera excelente el psicoanálisis para investigar algunos aspectos del folklore” - afirma G. García - (9). En 1938, publica Mitos perdidos, donde analiza la mitología de la leyenda Kakuy y hace una crítica a la interpretación simplista que Rojas R. realiza de la misma. Complejiza y transforma la lectura de esta leyenda, tomando como principal referencia a Freud con sus escrito Tótem y Tabú y Conferencias de introducción al psicoanálisis. Dirá al respecto: “Creo que la que mejor conviene a una interpretación seria de nuestra leyenda, es la teoría psicoanalítica que ahora paso a exponer(10). En 1951 al escribir sobre la misma leyenda en su libro Burla, credo, culpa en la creación anónima, en una aclaración a pie de página expresa su diferencia con los psicoanalistas de su época cuando dice: “la hipótesis de Freud ha sido criticada por los mismos psicoanalistas desde diversos ángulos. Pero ninguna acierta en otra mejor fundada” (11).
Ahora bien, la comisión no va a mantener el espíritu del decano. El director de la comisión que organiza la carrera de psicología es Calcagno quien, como vimos, concebía a la psicología como una ciencia natural desde una concepción evolucionista. En esta línea son incluidos en la comisión Fernanda Monasterio Cobelo y Juan Cuatrecasas Arumí, ambos representantes del humanismo medico español.
Otro español integrante de esta comisión fue Ángel Garma y Zubizarreta quien, recordemos, se analizó con Theodor Reik y supervisó casos con Otto Fenichel y Karen Horney.
El último integrante de la comisión especial, fue Luis María Ravagnan, profesor de filosofía, recibido en 1940 en Buenos Aires. Traduce en 1937 a Henri Bergson e introduce luego a Maurice Meleau Ponty y en la UNLP será adjunto de Garma.
De esta manera, nos encontramos, en la época de oro de la empresa editorial, con un caso paradigmático que implica una inclusión decisiva en la vida universitaria de los años cincuenta. Éstos son los codirectores y autores de la editorial Paidós; editorial que a diferencia de Kapelusz amplia su oferta original. Sin embargo la editorial Kapelusz, si bien imprimió una política editorial más cercana a la educación con un público mas restringido. No dejó de tener sus lectores y como precisamos, uno de los directores de una de sus colecciones, el doctor Calcagno, fue quien más injerencias tuvo en la organización de la carrera de psicología de la ciudad de La Plata.

Conclusiones.
Para finalizar, podemos decir, que este breve recorrido tiene la intención de delinear, cómo el psicoanálisis que se recepciona, prioritariamente, entre los años 1930-1960, es principalmente de discípulos de Freud (Jung, M. Klein, etc.). Autores que en algún aspecto contrariaron o se apartaron de las enseñanzas del maestro vienes. Y solo en algunas excepciones, como la de Canal Feijóo (citado en este trabajo), Freud es leído teniendo en cuenta su propia lógica interna.
Estas lecturas sobre el psicoanálisis se plasman en dos de las más importantes editoriales que delinearon las materias de estudio de las carreras de psicología que se abrieron en la década del cincuenta.
Precisiones que no nos son ajenas dado la vigencia que actualmente tiene en nuestro ámbito, la urgencia de leer solo aquello que se acaba de publicar sin dilación alguna.
Recién Masotta a través de las lecturas de Lacan revertirá las interpretaciones realizadas del psicoanálisis en el Río de la Plata.
Oscar Masotta se incorpora a la vida intelectual porteña desde sus publicaciones en Contorno, revista que en los años 50 nuclea a un grupo de jóvenes entusiastas en las lecturas de Sartre. Es a partir de que este existencialista que se refiere a la obra de Sigmund Freud, que estos jóvenes, que venían en su mayoría de la filosofía, se interesan por el maestro vienés. La lectura de Lacan, en cambio va a llegar por intermedio de Louis Althusser.
Es el mismo Masotta quien se encarga de indicarnos la operación que lo acerca a Lacan cuando en el primer numero de la Revista Argentina de Psicología (año 69) escribe:“Es Althusser – quien lee a Marx no sin haber leído a Lacan- él que nos sugiere la tarea de leer a Freud”
Operaciones de lectura que van a establecer una brújula diferente a la hora de considerar el psicoanálisis. Ya no se trata solo, del psicoanálisis oficial de la APA, ni de lecturas particulares de autores que se apartan de la teoría freudiana (Adler, Jung, etc.), ni de la psicología positivista denominada natural, ya por ese entonces perimida. Sino que se abre en la década del sesenta otro camino alternativo por la vía de la lengua francesa.

Gisèle Ringuelet


 Notas:
1)     García G. (2005) El psicoanálisis y los debates culturales Ed. Paidós. 3. La inquietante proliferación (Pág. 88). Argentina
2)      García G. (1978) La entrada de psicoanálisis en la Argentina Ed. Altazor, 1910. La peste, la dispersión. (Págs. 184/185). Argentina, Buenos Aires.
3)       Dagfalt A. (2009) Entre Paris y Buenos Aires. La invención del psicólogo (1942-1960) Ed. Paidós. Cap. 1 El pasaje de la “higiene mental” a la “salud mental “y la organización del campo psiquiátrico (Págs. 70 y 71). Buenos Aires, Barcelona, México
4)      Balan J. (1991) Cuéntame tu vida. Una biografía colectiva del psicoanálisis argentino. Ed. Planeta. Tres. Encuentros (1928-1942). Pág. 94. Argentina. Bs. As.
5)      Dagfal A. Op. cit. Cap. 4 La creación de las carreras de psicología (pág. 222).
6)      Diego, J. Luis de (2006) Editores y políticas editoriales en Argentina, 1880-2.000. Fondo de Cultura Económica (Ed.), 1938-1955. La “época de oro” de la industria editorial (Págs. 100, 101). Argentina.
7)      Dagfal A. Op. cit. Cap. 4 La creación de las carreras de psicología (págs. 236-240), Cap. 7 La entrada precoz del psicoanálisis en las carreras de psicología (Págs. 365-368).
8)      Neiburg Federico (1998) Los intelectuales y la invención del peronismo. Alianza Editor. VI Desperonización e innovación en la Universidad (Pág. 242, nota 29). Madrid/Buenos Aires.
9)      García G. Ídem cita 2. 1910. La peste la dispersión (Pág. 194).
10)  Canal Feijóo B. (1938). Mitos perdidos. Compañía Impresora Argentina. El incesto en una vieja leyenda americana. Psicoanálisis, etnología y mitología de la leyenda del Kakuy (Pág. 49). Buenos Aires.
11)  Canal Feijóo B. (1951). Burla, credo, culpa en la creación anónima. Editorial Nova, biblioteca americanista. La culpa (La leyenda). Pág. 192. Buenos Aires.


Bibliografía:
Canto P., A propósito de Freud, en Sur nº 62(nov. 1939). Buenos Aires.

Wilson, P. (2004), La constelación del Sur. Traductores y traducciones en la literatura argentina del siglo XX. Buenos Aires, Siglo XXI.


*Trabajo presentado en el XII Encuentro Argentino de Historia de la Psiquiatría, la Psicología y el Psicoanálisis, realizado el 7 y 8 de octubre 2.011 en Buenos Aires, como miembro de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata.



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