"SEXO Y TRAICIÓN EN ROBERTO ARLT" E "INTRODUCCIÓN A LA LECTURA DE JACQUES LACAN"
Una mirada que renovó tanto al psicoanálisis como a la crítica literaria.
Por: Ana Prieto
ESPECIAL PARA CLARIN
Qué tiene hoy para decirnos Oscar Masotta? ¿Qué ángulo olvidado o poco explorado por el pensamiento contemporáneo sería capaz de despertar su relectura? En camino a responder estas preguntas, la editorial Eterna Cadencia publicó recientemente dos libros cardinales de este intelectual autodidacta, cuya trayectoria independiente le valió más de un gesto de desconfianza de parte de la academia, la izquierda y las elites culturales argentinas. Sexo y traición en Roberto Arlt (1965) se editó por última vez hace diez años, e Introducción a la lectura de Jacques Lacan (1970), hace veinte. "Reeditar libros que han estado tanto tiempo lejos de la posibilidad de adquirirlos, es como desanquilosar una biblioteca o un pensamiento", comenta Leonora Djament, directora editorial de Eterna Cadencia. "Creemos que estas publicaciones son un sacudón a ciertos lugares comunes del presente. El texto gana con la lectura necesariamente distinta de hoy, y el presente gana la posibilidad de ampliar su comprensión. El libro sobre Arlt, por ejemplo, puede ayudar a pensar cuál es la relación entre literatura y sociedad y literatura y política en este principio de siglo."
Nacido en Buenos Aires en 1930, Masotta fue el introductor del pensamiento lacaniano no sólo al país sino al mundo hispano. Fue un agudo crítico de arte, quizá demasiado moderno para su declarado marxismo, y un analista literario libre, capaz de leer a Roberto Arlt no sólo en clave sartreana, sino en clave total.
Hasta su muerte en 1979, Masotta no fue un sólo corpus, ni portavoz de un paradigma. "Se rodeaba de amigos que conocían disciplinas diversas; buscaba consolidar la urdimbre política con alianzas que iban desde la universidad a miembros de alguna institución integrada por una mayoría de médicos que habían rechazado la formación establecida; mantenía sus relaciones con diferentes instancias de investigación", cuenta Germán García, alumno y amigo de Masotta, en su prólogo a Introducción a la lectura de Jacques Lacan.
"Ambas obras aparecen con prólogos nuevos, porque es una manera de recontextualizarlas", cuenta Djament, quien convocó al escritor Luis Gusmán para introducir Sexo y traición en Roberto Arlt. "Masotta tenía un estilo polémico cuya principal virtud consistía en que la polémica no quedaba reducida al chisme o al mero juego de acumulación de prestigios encadenados produciendo un efecto dominó donde al final de cuentas se pierde la causa misma que originó la polémica", escribe Gusmán, y agrega: "Como lector, extraño este u otros libros escritos en los tiempos de Masotta, donde primaba el interlocutor."
Sexo y traición en Roberto Arlt es un descarnado análisis de la literatura y aún de la personalidad del autor de El juguete rabioso. Masotta se aparta de cierto "buenismo" revolucionario con el que se había analizado la obra narrativa y teatral de Arlt para mostrarlo en su claroscuro.
La lectura que Masotta hace de Arlt se amplía a la sociedad al dar cuenta de los lugares incómodos que particularmente se van generando en la Argentina mientras marcha en paralelo las corrientes inmigratorias, la evolución del capitalismo y la transformación de las ciudades.
Las contribuciones filosóficas de Jean-Paul Sartre, el materialismo histórico y el psicoanálisis concurren para vertebrar en el ensayista Masotta un formidable y original dispositivo crítico que resiste en el tiempo.
Quizá rescatar esa estas síntesis fue parte de la decisión de la editorial de reeditarlo: "Creemos que existe un nuevo interés por Masotta y otros intelectuales de la época, como Héctor Murena y Carlos Correas", señala Djiament. En esa sintonía, Eterna Cadencia pretende atravesar sus colecciones de ficción y ensayo con obras largamente ausentes de las librerías. Después de Masotta es el turno de su contemporáneo Jaime Rest: el año que viene publicará El laberinto del universo. Borges y el pensamiento nominalista, editado por única vez en 1976.
*Fuente diario clarin/sociedad 27.12.2008.
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