Figuras de la melancolía



Las cinco clases propuestas estuvieron ligadas por un concepto que utilizamos como clave de lectura y que nos orientó en el entretejido de los diferentes autores trabajados, se trata de la noción de pervivencia acuñada por Aby Warburg. Si bien el autor la aplica al estudio de las imágenes, los herederos de su pensamiento traspolaron el concepto a diferentes áreas del conocimiento. La primera clase del curso, “Lecturas de su historia”, estuvo dedicada a revisar  la obra de algunos de ellos: Roger Bartra habla de la sobrevivencia del mito de la melancolía, analizando las formas que esta adquirió y sus modos de adaptación a los requerimientos y contradicciones de la cultura cristiana (Cultura y Melancolía); Los autores de Saturno y la Melancolía (Panofsky, Klibansky y Saxl) analizan la supervivencia paralela de la doctrina de los cuatro humores, concluyendo que, si bien sus diversos significados evolucionaron a lo largo de un proceso de dos mil años, la aparición de significados nuevos no supuso el abandono de los antiguos. Starobinski, en el campo de la historia de la medicina, ubica la supervivencia de la atrabilis a lo largo de 16 siglos, concluye que el humor negro es la condensación simbólica de la experiencia directa con la melancolía, es la representación más satisfactoria de una existencia dominada por la preocupación del cuerpo aquejado por la tristeza.
Con este espíritu de indagación abordamos los textos freudianos tratando de ubicar qué formas adquirió desde el inicio la pregunta por la melancolía y qué respuestas fueron contrastadas a lo largo de los primeros años del psicoanálisis. Encontramos en esos textos la herencia cultural de una interrogación que no cesa pero también la transformación que realiza Freud en una respuesta precisa en la que da cuenta de un mecanismo psíquico, manteniendo la cautela al indicar sus múltiples formas clínicas, sin por eso dejar de intentar definir un cuadro psicopatológico, la psiconeurosis narcisista.
En la enseñanza de Jacques Lacan encontramos rastros de la melancolía. Vuelve a Freud con su lectura sagaz y atenta pero arrojando sobre las articulaciones freudianas los aportes de conceptos claves que permiten orientarnos en el terreno de una psicopatología psicoanalítica. También con la melancolía y la tristeza, Lacan no deja de promover una política disruptiva con los discursos circundantes.
La cuarta clase dedicada a las versiones actuales de la melancolía, la invitada, Elena Levy Yeyati, ubicó las discusiones existentes sobre la depresión en los diferentes manuales de psiquiatría y en especial en la nueva edición del DSM V. La conversación siguió el eje de los efectos que este discurso tiene sobre la subjetividad de la época.
Titulamos la última clase La pathosformel de la melancolía, volviendo una vez más a Aby Warburg para quién el poder de la imágenes no radica en su capacidad de provocar placer estético sino en la transmisión de significados culturales. Para esclarecer los conceptos y realizar un recorrido por diferentes obras que condensaron a lo largo de la historia el pathos de la melancolía, invitamos a una especialista, la Dra. en teoría e historia del arte (UBA) María Alba Bovisio. El inicio de la clase estuvo dedicado a transmitir la noción de pathosformel, acerca del cual se pueden subrayar diferentes acepciones: estados de ánimo convertidos en imágenes o pasiones configuradas en imágenes que expresan el movimiento propio de esas pasiones o bien figuraciones que tipifican padeceres y los vuelven tolerables y transmisibles. Con estas ideas Bovisio se detuvo en el grabado de Durero, Melancolía I, y en sus múltiples detalles que encierran diversos significados. La observación recorrió la repetición a lo largo de la historia de ciertos rasgos, en diferentes obras de arte que señalan la existencia de un pathosformel. También ubicó la asociación entre Saturno y la melancolía a partir de la fusión entre el dios Romano de las cosechas y Kronos, el dios griego devorador de sus hijos, fusión también de la teoría humoral con la astrología, dando como resultado una trama que fue representada en producciones plásticas a lo largo de los siglos.
Es así como el curso cumplió con el objetivo propuesto, transmitir las múltiples resonancias de la noción de melancolía sin descuidar el interés particular del psicoanálisis, su rasgo clínico, pero extrayendo las enseñanzas que otras disciplinas nos pueden proporcionar para ampliar nuestro horizonte y dejar despierto el espíritu curioso.


Myriam Soae.


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