El
siguiente documento pertenece a una carta dirigida por Macedonio Fernández al director
de los Archivos de Criminología y Medicina Legal, a la sazón, José Ingenieros
(ACML, Vol. 1, 1902).
El título
equívoco de “doctor” es sólo un anuncio de un libelo por demás exultante y
pletórico de ironías. Lo
interesante es que en la réplica se lo califica como un “antifisiologista”, a
la vez que se lo invita al debate (“no le faltarán adversarios”, aclaran los
naturalistas que firman en anonimato).
Una cita de
esta simpática carta se encuentra en La
entrada del psicoanálisis en la Argentina, de Germán García al inicio del
capítulo titulado: “La peste, la dispersión”:
“Yo encarecería las ventajas de estudiar
espiritualmente el espíritu, de hacer psicología psicológica (permítaseme la
designación)…Ojalá tenga este proyecto la acogida que le
deseo. No tardarían en palparse sus beneficios”.
Macedonio Fernández, 1902.
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