FANTASMAS Y FECHAS

Día del escritor: 13 de junio.

Cuando nos referimos a la incidencia del fantasma en la literatura, aludimos a ese espacio construido entre lo imaginario y simbólico, con un pie en aquello que se puede nombrar y la “cosa”, lo real, perdido para siempre. Ese espacio, esa ala de lo real que aparece extraña y fascinante en la literatura es lo que permite al novelista la construcción de sus personajes. Sábato habla de esto en ese libro extraordinario El escritor y sus fantasmas (1963). Quienes escribimos ficciones sabemos muy bien cómo a través de intersticios que llegan de ámbitos remotos (a veces también desde lo cotidiano y más cercano) provienen voces y mandatos que guían la escritura, la tornan placentera o devoradora. Freud, en El Poeta y los sueños diurnos, muestra la cuestión fantasmática en la producción de esa clase especial de poeta: el novelista. En efecto, el mecanismo de la fantasía es el móvil y la materia del poeta narrador, por antonomasia el poeta épico (Homero) y, por lo tanto, en el devenir histórico de la literatura, del novelista.

Desde la literatura, desde la biografía del escritor, desde la historia y la vida, desde lo doméstico, desde el recuerdo y el olvido, llegan los fragmentos del fantasma, para construir la novela o el relato.

Oscar Wilde, el maestro, nos deslumbra cuando descubrimos en El fantasma de Canterville, tan tierno como irónico, que Lord Simon de Canterville comparte el año de su desaparición como persona y su aparición como espectro con el año de nacimiento del mismísimo Wilde en un juego de cifras. Oscar Wilde nació en 1854 y dice que el triste, cruelmente ingenuo, romántico y fracasado fantasma de Canterville, tenía 300 años, pues se hablaba de él a partir de 1584 (invierte el 8 y el 5 de 1854 y 1584). Una cifra es un universo, una clave como en “La muerte y la brújula” de Borges, donde el tetragrámaton o nombre de Dios guía al detective, especie de razonador Dupin, hacia su propio destino.

El ceder la fecha de nacimiento del autor a un personajes también aparece en Sobre héroes y tumbas (1961), de Ernesto Sábato, ya que Fernando Vidal Olmos, el protagonista de “El informe sobre ciegos”, tercera parte del libro, nace el 24 de junio, día del nacimiento de Sábato, quien confesó en varias oportunidades que Vidal Olmos representaba su parte oscura, el fantasma que lo relacionaba con las tinieblas y lo nocturno, con las pulsiones más secretas.

En la dedicatoria de El hacedor(1960), Borges recuerda que Lugones se había matado a principios de 1938, año en que había muerto su padre, Jorge Guillermo Borges, de modo que esa dedicatoria aparece teñida por esa coincidencia fundamental. Pero el asombro no se agota, cuando al leer el cuento “La noche de los dones” en El libro de arena, (1975) encontramos otra fecha representativa, 1874, año en que trascurren los hechos, ya que se narra la muerte violenta nada menos que de Juan Moreira acorralado en un prostíbulo y donde el narrador-personajes (entonces un púber) ha descubierto el amor. El cuento muestra sin duda el terrible correlato entre lo amoroso y erótico, entre el sexo y la inusitada violencia, elemento que se repetirá en otros textos borgeanos como “El Evangelio según Marcos”, “La intrusa”,”El muerto”,”Hombre de la esquina rosada”,”Emma Zunz” y otros. Ese año-el de la muerte de Moreira- es el año en que nacen tres hombres fundamentales en la vida de Jorge Luis Borges: en primer lugar, su padre Jorge Guillermo, el admirado y criticado Leopoldo Lugones y el querido e insuperable Macedonio Fernández.

Leopoldo Lugones había nacido el 13 de junio de 1874, año en que había nacido también el padre de Borges. Por su parte el mismo Jorge Luis Borges muere el 14 de junio de 1986, en una progresión nacimiento-muerte que puede ordenarse así: Lugones-Borges, en dos días sucesivos: 13 y 14 de junio.

Leopoldo Lugones: nace 13 de junio de 1874-inicio del ciclo-
Jorge Luis Borges: muere 14 de junio de 1986- fin del ciclo- el día siguiente del nacimiento de Lugones.

De este modo, la muerte de Jorge Luis Borges cierra el ciclo iniciado con el nacimiento de Lugones el 13 de junio de 1874, (año del nacimiento, también, de Jorge Guillermo Borges). La reunión a través de la fechas de Leopoldo Lugones y Jorge Guillermo Borges tal vez expliquen el necesario parricidio literario del Borges juvenil contra la figura magistral del poeta cordobés. Su rebelión ultraísta contra el modernismo de Lugones, no deja de mostrar otra rebelión, contra su mismo padre, hombre culto y distinguido, que había elegido Suiza para educar a sus hijos Jorge y Norah, que había publicado una novela, El caudillo. Muchas décadas después de la muerte de su padre y de Lugones, escritor ya maduro, Jorge Luis dedica al autor del Lunario, su libro El hacedor, como magnífica ofrenda al poeta…y al Padre.

Liliana Bellone


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