No hay químico que haya encontrado el elixir,
aunque glorifiquen su fértil olla,
si por casualidad se topan
con algo odorífero, o medicinal.
John Donne, Love`s Alchemy
El cuerpo
23 números en 26 años, esta
cifra algo nos dice. De las revistas que Germán García llevo adelante, por
ejemplo Literal, Sinthoma y Otium Diagonales
por nombrar algunas, Descartes es la
que más números ha publicado. Seguramente las razones de la interrupción será
distinta en cada caso, ¿Cuáles serán las razones de que la revista Descartes haya llegado a esa cifra?
Si tomamos los 17 volúmenes
que conforman la colección, vamos a encontrar que no es uniforme. En la vista
de cualquier biblioteca no la vamos a encontrar por mantener una regularidad de
diseño, en nada se parece a esas colecciones de revistas en las que un patrón
de diseño forma la imagen de un cuerpo prolijo. La diacronía que conforman
estos 17 volúmenes muta, se transforma, y ese otro cuerpo[i]
tiene sus explicaciones.
Los Nº 1, 2/3, 4, 5, 6, 7 y
8/9 que van de junio de 1986 a julio de 1991, limite a la primera de las 5
transformaciones, tienen un diseño. De marzo de 1992 a julio de 1997, los Nº
10, 11/12, 13, 14 y 15/16, encontramos un nuevo formato. En este periodo el
ejemplar Nº 10, titulado “MU, el vacio” con la imagen del signo Chino, y blanca
en su totalidad, resalta (con el tiempo su color también ha variado, ya no es
blanco). El cuarto período los ejemplares 17, 18, 19/20 y 21, que van de
noviembre de 1999 a julio de 2011 y por último el Nº 22/23 de octubre 2012, con
un tapa tan sensible a una obra del expresionismo Alemán; parodia del problema
de las jerarquías.
Las tapas
Desde el Nº 1 al 7 en la
tapa aparece el nombre: “Descartes – Revista Internacional” (también: “El
análisis en la Cultura”), y el nombre propio de algún psicoanalista francés con
el titulo del trabajo escrito que se publica en la revista. El primer Nº tiene
el nombre de “Jacques Alain Miller” y el titulo “Carta sobre el estatuto del
psicoanalista”, ningún otro nombre propio en la portada; y así, variable número
a número, hasta el 7. En el Nº 8/9, de julio de 1991, titulado “Especial, la
causa freudiana” los nombres propios de psicoanalistas argentinos de distintas
filiaciones irrumpen. Desde este Nº hasta el último ejemplar de la revista la
presencia de nombres propios, ya sean de argentinos ya sean de extranjeros, psicoanalistas
o no, en las tapas es una de las características. Con excepción, como decíamos
anteriormente, del Nº 10 en el cual figuran “Descartes” y “Germán García”. Sí
observamos con mayor detenimiento vamos a encontrar que estas mutaciones están
íntimamente relacionadas a la historia de la presencia del psicoanálisis en la
Argentina, y a una política en esa historia.
La revista, en el momento de
salir el primer Nº, es parte junto con la Biblioteca Internacional de
Psicoanálisis de un proyecto, del proyecto
Descartes -después las cosas irán cambiando. El proyecto Descartes fue enunciado desde un diario argentino, en un
reportaje a Germán luego de su regreso al país. En 1987, el 27 de junio, se
realizo el primer Coloquio Descartes de
la Revista Descartes, se titulaba “El efecto rayuela – 25 años después”. Desde
la Biblioteca Internacional, una desinencia de la Biblioteca Freudiana de Barcelona creada por Masotta, se
desplegaron otras publicaciones como el boletín informativo VECTORES (del acontecer analítico), que aparece
a fines de 1986; y El Murciélago,
también dirigida en distintos periodos por Beatriz Gez y Adriana Testa, en
conexión con L’ Ane magazine
freudiano de París dirigido por Judith Miller. El Murciélago es una revista que puede leerse como una suerte de vacuola
de la Descartes: dada su
periodicidad, noviembre de 1988/mayo de 2000, ya que cómo esta última atraviesan
las dos grandes etapas del proyecto
Descartes; y, también, por cómo hay ciertos textos que El Murciélago hace resonar en la ciudad y la Descartes retoma.
La Biblioteca Internacional es uno de los cuatro grupos (Simposio, Seminario y S.A.B.A.) de la
trama del Campo Freudiano en la
Argentina. En 1992 se crea La Escuela de
la Orientación Lacaniana, que se conforma partir de la disolución de los
cuatro grupos. Ese mismo año, el 11 de marzo, Jacques Alain Miller dicta la
clase inaugural del Centro Descartes,
publicada en el Nº 11/12. En esa clase Miller apuntó a la precisión en la
investigación dentro del Campo Freudiano
y utilizó como texto principal de referencia el mismo que Oscar Masotta sabia
utilizar, y que este había sacado del índice razonado de los Escritos, para dar
un orden de razones en su
lecturas de Sigmund Freud: “Descartes: según el orden de las razones” de
Martial Gueroult.
Los índices
Al leer los índices de todos
los volúmenes de la revista encontramos cierta operación en torno a un tema,
aquel que dio titulo al IIº Coloquio
Descartes en junio del año 1988 y se tituló “La importación de modelos culturales”,
ese mismo mes salió el Nº 4, en el cual la leyenda “Revista Internacional” fue
sustituida por “El análisis en la Cultura” en la portada. Los autores de todos
los textos publicados en la revista proceden tanto de diversos países como de
diversos ámbitos. La revista nunca dejo de ser “Internacional”, pero acentúo la
inclusión del psicoanálisis en los debates culturales: esa discordia entre el deseo y los ideales en diversos ámbitos
(literatura, religión, filosofía, etcétera)
[ii].
El producto cartesiano en
matemáticas es un conjunto que es el resultado de una operación entre otros dos
conjuntos, cuyos elementos son todos los pares ordenados que pueden formarse
tomando el primer elemento del par del primer conjunto, y el segundo elemento
del segundo conjunto. Descartes: un producto cartesiano.
Los editoriales
Una lectura sobre cada una
de las editoriales escritas por Germán García nos permite precisar aun un poco
más nuestras preguntas. En este caso voy a tomar dos presentaciones en
particular, las que abren el Nº 1 y el Nº 10.
En la Nº 1 encontramos el
siguiente párrafo: “Descartes es una decisión que en el mismo momento de
preguntar responde a una contingencia: la actualidad del psicoanálisis en
nuestro país y en nuestra lengua, su anudación con países de otras lenguas.
Traducimos y comentamos,
mientras las producciones del inconsciente que logramos escuchar orientan las
decisiones”… “Descartes es también una pesadilla, ésa del ser como un conjunto
vacío del pensamiento”
Así, con dos características
por la positiva -una decisión y una pesadilla- define Germán a la revista
Descartes el 27 de marzo de 1986 en Buenos Aires, en la presentación de aquel
primer número, que se terminó de imprimir en los “Talleres Graficos Garamond”.
Al final de la presentación escribe: “Falta saber cómo caerá Descartes en este
campo de fuerzas vectoriales donde letter/litter, suspendido temores y
esperanzas, está en el relámpago de la verdad.”
Estas líneas citadas
plantean un problema: el paso de una lengua a otra de algo que justamente es un
método que le da un valor preponderante a la
lengua, a esa estofa en la cual se cocinan los mayores hallazgos del Logos. Traducir –parece que está
diciendo: sabemos con Masotta: una repetición original-, comentar
y el poder discrecional de oír el propio mensaje de manera invertida es la
estrategia. Sí: “no hay analista sin institución, es decir sin formación”. La
formula no es sin en la cual está
sostenida este frase, y que se repite sin saber, debería completarse con sin formaciones del inconsciente, ya que la función
del inconsciente es el aquello del esto: no
se es esto, sin aquello
otro.
¿Una revista como pregunta y
respuesta? La diferencia entre el
significado en la historia y el
significado de la historia, es el sufrimiento que tiene una “función
ordinal” en la historia, y que desafía a “cualquier ingeniería social”,
argumenta en esa primera presentación. Por el lado del significado de la
historia, la respuesta es una decisión. Decisión sin temores ni esperanzas como
el paso de Dante al traspasar un
umbral, guiado por el poeta y por la palabras de una virtuosa mujer: “Sólo se debe temer
aquellas cosas que pueden hacer daño a otros: a las otras, no, pues no dan
miedo” le dice Beatriz a Homero, cuando le pide que guie a Dante. La revista
Descartes se puede decir que es una sintaxis que busca engendrar un “relámpago
de la verdad”, una marca significante que caerá.
Ahora, volvamos a la
pesadilla por un momento. En la teoría de conjuntos el conjunto vacío se corresponde
con una contradicción y el conjunto
universal con una tautología. Pero
esa pesadilla, como la de Joyce con respecto a la historia, también se puede
leer el horror vacui. Es decir hacerse como un horror vacio, el que supone el
encuentro entre dos lenguas. Un imposible
que el objeto Descartes no cesa de escribir.
El Campo Freudiano es interpretado
como campo gravitacional, en el cual se “vectoriza” la “acción” del significante
que tiene su gravedad: la revista Descartes entre otras revistas nacionales e
internacionales.
Este primer número de la
revista, junto con la Biblioteca Internacional, servía de anclaje para que una
enunciación tome envión dentro del Campo
Freudiano en la ciudad de Buenos Aires. En otro lugar Germán escribía: “La
enunciación, cualquiera que sean los enunciados, tiene una virtud temporal que
se llama deseo. El placer es ahora, en presente”[iii]. Lacan diferencia en su
texto sobre el tiempo lógico la colectividad de la generalidad, el primero es
un grupo formado por las relaciones recíprocas de un número definido de
individuos, la generalidad, al contrario, se define como una clase que
comprende de manera abstracta un número indefinido de individuos. Tres faciunt collegium dice el dicho,
recuerda Lacan. Así como Masotta, García “supone la fuerza vinculante de la
transferencia como diferencia especifica, en la enunciación por cada una de las
instituciones”. En ese mismo texto de Lacan podemos encontrar la siguiente cita
que modaliza aún más el asunto: “Si bien en esta carrera tras la verdad no se
está sino solo, si bien no se es todos cuando se toca lo verdadero, ninguno sin
embargo lo toca sino por los otros”
Una falta de saber está en
el inicio de la partida, como así también una certeza en el mainel del pórtico
que esta al final del momento de concluir: ¿“cómo caerá” la revista en una
contingencia, en ese campo de fuerzas vectoriales? Falta saber cómo, pero se
sabe el verbo.
Germán avanzaba con su
certeza cartesiana en esta época, finales de los 80 en la Argentina, en la cual
la palabra certeza despertaba el prejuicio de aquellos que evalúan el
sufrimiento con una moral progresista –¿qué sufrimiento es mejor: el de la
psicosis o el de las néurosis?
La revista Descartes busca en el origen
originalidad. Como antecedentes de la revista hay otras experiencias: Los libros, Cuadernos Sigmund Freud, Tyché
y las mecionadas Literal, Sinthoma, Otium Diagonal. Y su
filiación en una ironía de Jorge Luis Borges sobre Victoria Ocampo. Para Borges
“Una revista supone ciertos amores” que incluyen exclusiones; admirar, eso
lleva a hacer buenas antologías. Cristina Banegas y Maria Moreno escribieron
“La filiación no es la búsqueda de un origen legítimo y excluyente sino una
ficción en función de un proyecto, el reconocimiento de una deuda a condición
de no considerarla saldada, ponerse tanto a la sombra de un nombre como
despertarlo a nuevas resonancias.” Pero no es por vía de las pasiones del yo que
la filiación aconseja, sino que es por el deseo por el cual toma: ¿Qué puedo conocer?, ¿Qué puedo hacer? y
¿Qué puedo esperar?, son las tres preguntas kantianas eternas que anteceden
al acto y guían. Sí, “el deseo que se conoce por los actos y sus efectos” y el
deseo requiere de una política, ¿Cuál es esa política?
La 10.
Como no podía ser de otra
manera en nuestro país, también el ejemplar Nº 10 en esta serie es grave. Allí no
podemos de dejar de sospechar que la cifra 10 es parte de un cálculo. El
ejemplar anterior niega un número: 8/9, que surge en la época que se hablaba
del “movimiento hacia la Escuela”. En la editorial del Nº 10, que está
titulada: “Descartes y la razón después de Freud”, German escribía los
siguiente: “Cuando encontré el nombre de la revista saludaba por encima del
hombro a los que sabían que un presidente argentino había usado el apellido del
filósofo para firmar sus opiniones regulares en un diario. Jugaba, también, con
el uso oscilante que puede hacerse entre el nombre común y el nombre propio,
provocaba de paso a los que molestaban por la falta de consistencia del ser
argentino”… “Ahora, llegado al número diez se divisa una perspectiva diferente:
en vez de buscar un lugar es necesario calcular una articulación”. Este Nº
permite dilucidar dos cuestiones: nuestra pregunta ¿cuál es la política del deseo
que impulsa la revista, el proyecto
Descartes?, ¿qué fabricó aquella cifra del inicio de nuestro trabajo? Y por
otro lado con respecto a una transformación: de aquel horror vacio en extimidad -palabra acuñada por Lacan en
el seminario de la Ética que trata de nombrar “este lugar central, esta
exterioridad íntima, esta extimidad, que es la Cosa”-. Este Nº sale el mismo
año que se conforma la Escuela de la Orientación
Lacaniana y el mismo mes que se dicta la clase inaugural del Centro Descartes. La portada vacía de
nombres propios es el gesto de la disolución. Y la revista pasa de “jugar” con
los nombres a “calcular” una articulación en la cual una exterioridad incluida
por el Instituto del Campo Freudiano,
es decir por la enseñanza explícita, a diferencia de la función de la Escuela.
El 6 de septiembre de 1994
Miller nuevamente visita el Centro Descartes para concluir una ponencia que no
había podido terminar en las Jornadas de Escuela
ese año. Pero algo lo decide a cambiar de tema. En cada una de las reuniones
que Miller había realizado en esa semana con distintas instancias de la Escuela no hubo lugar para hablar de un
tema: el pase. En el Centro Descartes Miller encontró un
lugar para hablar de un tema central para la Escuela, y lo llamó extimo.[iv]
La política es, como en el año
1986, la de no quedar excluido. Como decíamos, la revista es sensible a los
avatares de la historia del psicoanálisis en la Argentina y como aquello vivo
que habita un deseo, tiene una política.
Eso se deja leer.
*Texto leído en el en el
XXVII° Coloquio Descartes: Destellos
mediterráneos
[i] Ver Musachi, G. (2010) El otro
cuerpo del amor. El Oriente de Freud y Lacan, Buenos Aires:
Paidós.
[ii] Ver García, G.
(2005). El psicoanálisis y los debates culturales. Ejemplos argentinos.
Buenos Aires: Paidós.
[iii] Ver García, G.
(2005). El psicoanálisis y los debates culturales. Ejemplos argentinos.
Buenos Aires: Paidós.
[iv] Conferencia publicada en
octubre de 1994 en formato de ficha e incluida en la compilación Conferencias Porteñas del año 2010.
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