Es casi imposible leer cualquier número de la
revista Descartes sin que a medida que se avance en su lectura se multipliquen
las inquietudes por las referencias. Cada artículo funciona simultáneamente como
apostillas de temas ya conocidos a la vez que como disparador de nuevos
programas de lectura. Resulta ineludible acudir a la biblioteca personal (o a
Google) para releer referencias ya conocidas o descubrir nuevas llegando a leer
ensayos, literatura o biografías para luego regresar al artículo del Descartes
provocador de tal desviación.
En la editorial de este número escrita por
Germán García se tratan temas de la política del psicoanálisis mundial y la
posición el campo freudiano dos años antes de la fundación de la AMP. Para
definir las diversas disputas en el psicoanálisis descritas en la editorial usa
una frase de Góngora: a batallas de amor,
campos de pluma.
El primer agrupamiento de artículos de este
número de Descartes se titula “Anudaciones” e incluye artículos psicoanalíticos
de figuras de la orientación lacaniana. Se trata de Marie Helene Brousse, David
Yemal, Graciela Musachi, Hugo Freda, Silvia E. Tendrlarz y Miquel Bassols. En
el marco de la política de la orientación lacaniana que se describe dentro del
campo más amplio del psicoanálisis descrito en el editorial, los artículos dan
muestra de madurez del nivel de las producciones de lo que luego será la AMP al
momento de la edición de este número de Descartes, sin dejar de lado los
estilos personales.
Luego se incluyen textos de interés variado: “Los
hermanos Marx y la tercera tópica freudiana”, entretenido texto en el que se le
otorga a cada uno de los tres hermanos Marx uno de los registros del nudo
borromeo lacaniano a partir de una mención de Lacan a Harpo Marx en El Seminario
7. Se incluyen también documentos como cartas filosóficas de Gödel a su madre.
Un ensayo sobre el teólogo Fenelón sobre Platón, especialmente sobre El Banquete.
Una reseña de un libro del historiador José Carlos Chiaramonte y un análisis
del uso histórico de la comparación de la revolución francesa con la revolución
rusa. También Este número también incluye tres lecturas sobre Freud: un
relevamiento de las menciones a Freud hechas por Wittgenstein, uno de Todorov sobre
la enunciación en la obra del maestro vienés y otro sobre la aparición de Freud
en la Revista de Occidente entre 1923 y 1925.
El artículo “Freud en la Revista de
Occidente” Evelyne López Campillo hace un inventario exhaustivo de las
referencias al psicoanálisis, la psiquiatría y la psicología en la revista
fundada en 1923 por Ortega y Gasset. Allí se documenta que entre 1923 y 1925
existen varias reseñas a la medida que se van publicando las traducciones de
Ballesteros. Recordemos que esta traducción fue impulsada por el mismo Ortega y
Gasset. Sin embargo estos comentarios de la obra de Freud “parecen movidas más
por el respeto que por el entusiasmo”, interpreta López Campillo. Una de las
referencias a las que nos dispara este artículo es al capítulo “Psicoanálisis
¡fuera de España!” en el libro Psicoanálisis
dicho de otra manera (Germán García, 1983), allí se afirma que Ortega y
Gasset en un artículo de 1911 propone que “el psicoanálisis puede ser usado como
alternativa moral a los valores religiosos”. Es a partir de este malentendido
que se impulsa la primera traducción de Freud a la lengua castellana. A partir
de 1925 la revista deja de interesarse por Freud según lo muestra el
relevamiento bibliográfico, no por casualidad es cuando aparece la colaboración
regular de Jung en la revista. También a partir de 1925 aparecen psiquiatras
del carácter y la fenomenología entre otros temas que dejan atrás al freudismo.
La historia de Freud en España da un salto hasta 1975 como se constata en el
capítulo escrito por Alicia Alonso incluido en el libro Jacques Lacan, el anclaje de su enseñanza (Marcelo Izaguirre, 2009)
dedicado a la introducción de Lacan a España -y por lo tanto el retorno de
Freud- por parte de Oscar Masotta. La cuestión de la historia del psicoanálisis
freudiano en España vuelve a ser abordada en un artículo del número 8/9 de
Descartes (julio 1991).
Un último artículo interesante en este
Descartes es el de Noemí Ulla (1940-2016): “Los efectos cercanos del primer cuento
de Borges”. Allí se abordan algunas de las influencias de El hombre de la esquina rosada (1923) y lo que este relato introduce
en la literatura argentina en lo que refiere a la relación entre el habla
nacional (el lenguaje de los argentinos) y lenguaje escrito. Ulla cita a Borges
quien dice en una conferencia: “He
comprobado que saber cómo habla un personaje es saber quién es, es descubrir
una entonación, una voz, una sintaxis peculiar, es haber descubierto un
destino”. Frase de interés para el
psicoanálisis en la medida que el “análisis en la cultura” (subtítulo de
Descartes) quiere decir inmanencia en una trama cultural: en como lo singular
se apoya en cadenas y tramas culturales que preceden a los que hablan de a uno.
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