DESCARTES. Año Freud. El valor del psicoanálisis. N° 19/20. Septiembre 2006.
Director: Germán L. García
Consejo de dirección: Graciela Avram, Beatriz Gez, Luis Varela, Graciela Musachi, Marcelo Izaguirre.
Difusión: Adriana Testa, Alicia Alonso, Ignacio Lotito, Juan Marino.
Corresponsales: Miquel Bassols (Barcelona), Marco A. Mauas (Israel), Mercedes de Francisco (Madrid), Hugo Freda (París), Marcela Antelo (Brasil), Fernando Abelenda (Corrientes),
Ricardo Gandolfo (NOA),
Germán Schwidt (La Plata)
Ricardo Gandolfo (NOA),
Germán Schwidt (La Plata)
SUMARIO
Veinte años, algo más que nada, Germán García
IMPRONTA
Pero no sé si entienden... (1965), Oscar Masotta
ENCUENTROS
Alguien habla –poética analítica o desierto de la ciencia–, Enrique Acuña
Citas fallidas, Graciela Avram
Estar en análisis, Cristina Banegas
El puente, Juan José Becerra
El síntoma como una metáfora del arte, Guillermo A. Belaga
Algo preciado, Ricardo Coler
Para ser analista hay que analizarse, R. Horacio Etchegoyen
Lecturas y ediciones, Horacio García
Un pedacito de cielo, Beatriz Gez
Last but not least, Eduardo Grüner
Más allá de la representación, Marcelo Izaguirre
Poder hacer ver, Elena Levy Yeyati
La ficción de la exactitud, César Mazza
La zona, Graciela Musachi
Los sujetos trágicos (literatura y psicoanálisis), Ricardo Piglia
El artesano, Esthela Solano Suárez
¿Reduccionismo biomédico o psiquiatría dinámica?, Juan Carlos Stagnaro
Cuatro escansiones en la relación con el psicoanálisis, Gustavo Stiglitz
RECORRIDOS - Preguntas y respuestas
Encuentros y presencias reales, Alicia Alonso
La sorpresa de una ausencia, Norma Barros
Una mancha en el paisaje, Patricia Blanch
Actualizar las referencias, Claudia Castillo
Uno de los últimos espacios de libertad que existe, Francisco Hugo Freda
La vuelta, Juan Pablo Lucchelli
De la pediatría al psicoanálisis, Daniela Rodríguez de Escobar
Lo irreversible, Adriana Testa
Otro modo de hablar, Emilio Vaschetto
ACERCA DEL PASE
Bibliografía publicada en castellano
DOS COMENTARIOS, por Caroline Newton
Un final feliz (relato sobre un análisis) o nadar con antiparras
1991: El encuentro Jacques Lacan en un relato de Edgardo Cozarinsky
EDITORIAL
VEINTE AÑOS, algo más que nada
DADÁ insultaba a los imbéciles, lo que
supone un lujo desconocido para nuestra
época que los explota y los respeta.
Georges Hugnet, 1957
Se puede decir cualquier cosa de Sigmund Freud y de Jacques Lacan, menos que respetasen a los imbéciles. Es verdad que el último dijo que los no-tontos se equivocan, pero nunca dijo que los imbéciles tuvieran razón.
Descubrir, demasiado pronto, que la imbecilidad es la máscara cruelque rige cualquier “comunidad” –término bífido, si los hay– es algo que nadie desea, pero cuando le ocurre a tal o cual, no tiene vuelta. Descubrirlo demasiado tarde es patético, toca la sensibilidad. Por algo Jacques Lacan, en una clase del 11 de marzo de 1975, pudo decir lo siguiente: “Los imbéciles
del amor loco que habían tenido la idea de suplir a la mujer irreal se llamaban ellos mismos surrealistas”. Se trata del tiempo que discurre entre demasiado pronto y demasiado tarde (que es como decir entre Dadá y surrealismo).
Es por eso que Descartes –bendita nominación– se dio su tiempo: ahora lo tiene. Sigamos con el equívoco, vive en su futuro anterior.
Digo algo en primera persona: me gusta cada uno de los textos de este número de la revista, agradezco a cada uno de los que intervienen. Es así, trabajé durante décadas para este Descartes, en el año Freud, a veinte años de un proyecto que surgió como un espejismo en el desierto, como una luz en la oscuridad de nuestro murciélago, nacido en la imaginación de La Fontaine.
En veinte años algunos se van, otros vienen.
Pero nuestro proyecto, hilvanado por el deseo, no cambia de conversación y tampoco de país. No cree en la deixis en fantasma: allá, allá, allá, etcétera.
El psicoanálisis cuando no espanta a los imbéciles, a diferencia de Dadá, los soporta de muchas maneras. El psicoanálisis, por su práctica, no es Dadá: vale la pena saber que es Fort-Da.
Soy juez, parte y testigo: una gracia singular.
Germán García
Buenos Aires, junio 2006
No hay comentarios.:
Publicar un comentario