Reseña Descartes 21. El análisis en la cultura (2011) -Alejandro López- #FRD30años.

“Por una política del Witz”


Hay un capítulo (en El chiste y su relación con lo inconsciente) sobre la función social del chiste, donde bastaría cambiar la palabra Witz por la palabra psicoanálisis para aprender muchísimas cosas para la práctica analítica.
Germán García (2009)


La Revista Descartes nº 21 tuvo su aparición en el mes de julio del año 2011, por primera vez editada por Otium Ediciones. Interesa resaltar ello debido a que Otium se constituyó en el 2008 en el norte del país (Jujuy, Salta y Tucumán) como efecto de una continua labor iniciada en la década de los 80 respondiendo a la política y a instancias de Germán García.  Bajo el subtítulo Por una política del Witz se reúnen en el dossier trabajos presentados en el XXIII Coloquio Descartes, referidos a la acción del significante, el humor y la construcción de poder y el Witz como proceso social, entre otros textos que se reúnen en la sección Biblioteca.
En primer lugar, en el texto denominado Los banqueros de la lengua, Germán García dirá: “Charlar, escribir, discutir, publicar es querer articular la acción previa de un significante sobre los efectos negativos o positivos que tienen sobre nosotros los significados correspondientes, es decir, las pasiones que esos significados despiertan en los cuerpos y/o en la ciudad”. Advertir que las acciones del significante son negociables y por ende de ello se desprende la pasión del significado, trae a colación la falta en ser que se juega en los sujetos. La pasión del significado muestra la exigencia dirigida a Otro como búsqueda de un complemento a causa de esa falta. Es la función activa del significante de la cual resulta un sujeto barrado, es decir, un sujeto que habla como efecto de la articulación de significantes. Es la ignorancia la pasión estructural dirá Lacan, en ese no saber lo que se dice cuando se habla.
La administración del sentido da cuenta de una jerarquía, y esto responde a una política. J. C. Milner dirá que la política es asunto de seres hablantes y J. A. Miller recuerda que la política procede por identificaciones manipulando palabras claves e imágenes en las cuales el sujeto es capturado. Por esto es que el psicoanálisis ni revolucionario ni reaccionario, siempre subversivo, es el reverso de la política, porque en su operación tiende a sacudir y perforar esas identificaciones. Arremete ante lo que podríamos llamar, las industrias del significante.
En Una intervención de Freud, Beatriz Gez, puntualiza la respuesta de Freud ante las problemáticas y conflictos que acontecían al psicoanálisis en 1927.  Respuesta, a la cual Lacan da su carácter de subversiva en su escrito Kant con Sade. Judith Gociol, en Píntate a ti mismo y pintarás el mundo indica el movimiento de la historieta en Argentina durante los años 90 similar al que tuvo la poesía, planteando su sustento y fortalecimiento en los márgenes, lo cual brindó las posibilidades de experimentación y abrió los caminos para una nueva historieta que se desarrolló hasta la actualidad. Esta idea concuerda con lo que el poeta y ensayista Osvaldo Aguirre plantea en su libro La tradición de los marginales, siguiendo a Juan José Saer, al decir que la verdadera tradición poética corresponde a “los textos que inauguran nuevos caminos o modifican las formas artísticas que proceden en buena medida de escritores a los que se considera marginales”. Pero al fin, ya en el centro, estabilizan, sancionan, direccionan, generando estereotipos. El margen, sin embargo, refiere, posibilita contornos imprecisos, de cruce y mezcla en los discursos y por esto el cuestionamiento a las formas instauradas.
Mara Burkart en, La prensa de humor político en Argentina; y Andrea Matallana en, Humor y política: la imagen de la república en la gráfica política de la Argentina, realizan un recorrido por las publicaciones de humor gráfico denotando su utilidad y función en determinado contexto, lo cual refleja una determinada época y las distinciones en el uso del humor. Al igual que Laura V. Vazquez Hutnik en La obra Gráfica de Copi, muestra el carácter polifacético, dislocado, casi inaprensible, producción que “difícilmente pueda encasillarse en un esquema de géneros puros”; Ignacio Lotito, explaya su texto sobre Oscar Masotta en relación a su intervención en el campo de la historieta y su operación en la cultura: “La producción en el campo de la historieta son un ejemplo entre otros, de la posición cambiante que él tuvo en el plano cultural (…) Estos cruces entre experimentación y teoría, resultaba difícil de clasificar e intranquilizaba los cánones vigentes en el campo artístico y cultural”.  
Prosiguen los escritos de Graciela Avram El porvenir sin ilusión, de Mauricio Tarrab El procedimiento Susy, de Eduardo Mahieu Aristóteles, Freud y Lacan o el encuentro de lo real y de Caroline Newton Informe para el psicoanálisis, los que junto a los primeros muestran ejemplos de las operaciones -incidencias e irrupciones en la cultura y la política-, las que tienen algo de lo que Freud y Lacan remarcaron a propósito del Wizt como intervención.
El Witz, palabra alemana traducida como “chiste”, ingenio, se relaciona con las artes y, más específicamente con la poética dirá Lacan. La intervención de estas dos (Witz y poesía), sumada la interpretación analítica, producen un efecto de destello, agujereando los marcos referenciales con los cuales se tiende a caer en las redes de entendimientos inocuos, de los que se desprenden juicios y prejuicios, es decir, los significados propiciados por la acción del significante. El Witz, posibilita tanto la irrupción en la conformación de sentidos que taponan como irrupción en el caos, generando la posibilidad de algo nuevo, como bien lo dijo Lacan en 1953, el orden entero del lenguaje “se anonada en un instante”. En este acto creador se percata un saber hacer, en donde hacer uso de la palabra para otro uso, para producir un efecto de equívoco, para despertar e introducirse en el orden de la sorpresa, en eso reside la operación del Witz, lo cual, como se sabe, es también la labor del artista. Es por ello que la interpretación analítica encuentra su referencia en el Witz y la poesía, no por la risa ni por lo bello sino por que produce un cortocircuito, generando una nueva articulación.




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